La ventana de la “trans-apariencia”
Muy al contrario. Se trataba del PLAN DE TRANSPARIENCIA 2010, que por ahora sólo se ha materializado con una ventana que yo denominaría de la TRANS-APARIENCIA: “trans” de TRÁNSFUGAS, y “apariencia”, acordándome de lo que dice el refranero español, “las APARIENCIAS engañan”.
Porque esta ventana de la nueva mayoría tránsfuga de Benidorm, pretende aparentar precisamente lo que desde luego no es, siendo triste y lamentable el uso de auto-marketing que, tanto Navarro como Bañuls, han hecho de esta “ventana de TRANS-APARIENCIA”, que no TRANSPARENCIA.
Porque, a diferencia de lo que dice la nueva mayoría, TRANSPARENCIA es no ocultar las verdaderas intenciones cuando alguien comparece a unas elecciones municipales dentro de la lista electoral de un Partido para, acto seguido, pasarse por el arco del triunfo la confianza y el voto libre y democrático de la ciudadanía.
Porque, muy al contrario de lo que practica la nueva mayoría de concejales de gobierno, TRANSPARENCIA es que la ciudadanía sepa de una vez por todas porqué mintieron los concejales y dirigentes del PSOE local cuando representaron la desgarradora pantomima de su abandono de las siglas del puño y la rosa por un falso amor a Benidorm.
Eso es TRANSPARENCIA. Lo demás es una farsa que sólo ha servido para aumentar la desconfianza de los ciudadanos en la actividad política y en los que honradamente la ejercemos. Y es que, tras semejantes patrañas, no me extraña que la ciudadanía manifieste su profundo escepticismo.
Porque lo que la ciudadanía necesita y exige son políticos que se comprometan a TRANSFORMAR Benidorm y no a TRANSGREDIR las normas de régimen local permanentemente. Las vecinas y vecinos de Benidorm quieren políticos que TRANSMITAN confianza y no personajes dispuestos a TRANSMUTAR la voluntad de los electores sin motivos justificados.
Hasta el 22 de septiembre, Benidorm ha estado liderado por gobiernos Populares que han defendido sin fisuras los TRANSVASES de agua (del Ebro, del Tajo y del Júcar) para garantizar el suministro y el desarrollo turístico. Desde ese día, Benidorm no merece estar gobernado por políticos dispuestos a “TRANS-PASAR” de la noche a la mañana sus orígenes, trayectoria y antecedentes por intereses particulares.
Tránsfugas, transgredir y transmutar, son términos radicalmente opuestos a la verdadera TRANSPARENCIA. Por el momento, durante este período caprichosamente TRANSITORIO, no quedará más remedio que denunciar estas y otras operaciones de maquillaje a pesar de que la auténtica TRANSPARECIA no se lo merezca, como no se lo merecen ni la ciudadanía, ni la DEMOCRACIA.