“Valencia, Casas Regionales… solo en elecciones”
“Valencia, Casas Regionales…solo en elecciones”. Esta parece ser la máxima de los dirigentes del Partido Popular en nuestra Comunidad y en nuestra ciudad, cuando ocupan las instituciones. Pero hemos de reconocer que en su caso es lo habitual, cuando no gobiernan todo es exigible y todo parece les poco, pero este artificio se viene abajo cuando se trata de gobernar, entonces las cosas cambian, este es el permanente juego de la manipulación al que nos tenían acostumbrados y he dicho tenían porque su decimonónica forma de actuar y de pensar, tiene, por fortuna, los días contados.
Da igual los problemas que tengan las Casas Regionales a lo largo de la legislatura, da igual las iniciativas que quieran llevar a cabo. Han de saber que las reuniones se aplazan hasta que comiencen los procesos electorales, o en su caso hasta que haya oportunidad de una “fotito” que sea “oportuna” para los medios.
Más de 140.000 personas nacidas en otras Comunidades residen en nuestra ciudad, el 18’8 % según los datos de población de 2013. Valencianos de pleno derecho y orgullosos de residir en Valencia, donde, en muchos casos, han nacido y crecido sus hijos. Todos ellos, forman parte de nuestra identidad como pueblo, sin su aportación el devenir de nuestra comunidad no hubiera sido el mismo, esto ha sido trascendental a todos los niveles. Por ello, debemos estarles reconocidos. Pero también es legítimo que quieran preservar y compartir con nosotros, los valores culturales, que les vinculan a su origen.
La Generalitat y la alcaldesa también tienen claras las cifras y lo tienen presente, pero claro, solo cuando se trata de ir a las urnas, puede ser legítimo, pero desde luego no es muy decente, por no calificarlo como desprecio a todos los que vivimos en esta Comunidad. Las recepciones, los grandes actos, las comidas o las socorridas grandes frases “rimbombantes”, prefabricadas por los gabinetes, de nada sirven, cuando no van acompañadas de medidas ni de presupuestos.
Me parece que en esta ocasión, además de no poder echarle la culpa a Zapatero, bendito Zapatero, tampoco podrán traicionar la confianza de la gente. Esta vez por muchos actos y por muchas fotos que hagan, no podrán tapar todo lo realizado en estas dos largas décadas. Se han cargado casi todo lo público y las graves consecuencias de ello las vivimos día a día, son incapaces de gestionar las crisis que ellos mismos provocan y por si fuera poco no han sido capaces de cumplir nada de lo que habían prometido, ¿o es que ya nadie se acuerda de las famosa firmas ante notario?. Han convertido a la ciudad y a la Comunidad en un espantajo pleno de escándalos dilapidando los presupuestos. Esa es la “herencia” que nos dejan.