Regeneración ya
Este mes hemos conocido que la Dirección General de Costas podría iniciar las obras de la reivindicada regeneración de nuestro litoral en un plazo aproximado de 18 a 20 meses. Son muchas las entrevistas, reuniones, solicitudes y acciones emprendidas por esta alcaldía para agilizar esta obra. Una actuación que para el equipo de gobierno siempre ha sido prioritaria puesto que desde el primer momento denunciamos que el proyecto anterior no había sido completado, dejando zonas sin ninguna protección, tal y como desgraciadamente han demostrado lo múltiples temporales que venimos sufriendo.
Durante el mandato 2003-07, y de forma paralela a la gestión del proyecto de regeneración del tramo sur del litoral, ya negociamos con el entonces jefe provincial de Costas, Francisco Montoya, la ejecución de una segunda fase del programa urbanístico que completara la defensa total de la fachada marítima. Lo reivindicamos hace más de media década y fue, y sigue siendo, una constante.
Así lo transmití el 17 de diciembre de 2007 a los responsables de Costas que se dieron cita en nuestra playa para inaugurar la regeneración del tramo sur y así lo hemos seguido exigiendo a los responsables del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Marino y Rural, puesto que siempre hemos considerado que la costa requería una defensa en este punto central que frenara la regresión.
Más de media década de reivindicaciones y era el pasado jueves 14 de octubre cuando conocíamos, finalmente, plazos más concretos y presupuestos estimados. El proyecto está previsto que arranque a finales de 2012 y la inversión programada es de 2,8 millones de euros. Nuestra postura es la de que la regeneración se ejecute ya, sin mayor dilación. Es una obra prioritaria, urgente y que requiere de una materialización a la mayor brevedad posible. Por ello, exigimos agilidad para tramitar un procedimiento que, tal y como nos ha indicado Costas, es largo.
Nuestra confianza ahora está puesta en el avance de este expediente y en la idoneidad de la obra, puesto que estimamos que si los técnicos del Ejecutivo central han elegido este proyecto como óptimo, debemos confiar en que así sea. Sólo queremos soluciones efectivas y eficaces. Las queremos porque ya son muchos años que nuestros vecinos sufren las continuas invasiones de aguas y material en sus viviendas, y son demasiadas las obras de emergencia que sólo palían, con carácter temporal, los daños causados por los temporales marítimos.
Afortunadamente, el sistema de colectores para el drenaje de pluviales que financió con 5 millones de euros la Generalitat Valenciana ha hecho posible que la evacuación de las aguas marinas fuera inmediata. Un mecanismo que, además, hemos reforzado durante este verano con la conexión a la red eléctrica, de modo que en caso de fallar el suministro, siempre tengamos una alimentación alternativa que nos permita evacuar las aguas de lluvia o marinas de forma autónoma.
Una prestación a la que cabe sumar la labor desarrollada por el departamento de Servicios Públicos y el área de Urbanismo durante el verano, que han realizado una limpieza exhaustiva de las acequias y las escorrentías para que, con una avenida de fuertes lluvias o la entrada del oleaje, no se produjeran subidas de nivel que provocaran inundaciones en las viviendas de primera y segunda línea litoral.
Confiamos ahora en que la tramitación a la que está sujeta el proyecto de regeneración de nuestra costa avance en los plazos marcados y, de ser posible, se agilice, puesto que todos queremos que el continuo corte del muro como consecuencia de los temporales, el octavo registrado sólo este año, pase ya a la historia.
Una exigencia que ha sido, es y seguirá siendo caballo de batalla de este equipo de gobierno. Lo será hasta que veamos con nuestros propios ojos que la costa, tan debilitada y degradada por la regresión provocada por la construcción del Puerto de Castellón, se consolida y refuerza con inversiones efectivas y eficaces. Un proyecto de justicia que nos permita disfrutar de una playa en condiciones óptimas y nos permita afrontar los temporales marítimos con la seguridad y garantía de que los espigones y diques construidos frenan el embate del oleaje.
