Patriotas y terroristas
Hace justo un año que Burjassot, a través de una moción de Esquerra Unida, se convirtió en el primer pueblo de España en pedir la expropiación de los pisos de la banca para rescatar a las familias desahuciadas. Desgraciadamente, salvo honrosas excepciones, la situación no ha cambiado.
Los ciudadanos seguimos sufriendo la vergüenza de ser gobernados por entidades financieras y no por nuestros representantes. El gobierno de Rajoy, que tenía la oportunidad de salvar la vida a miles de trabajadores haciendo suyas las propuestas de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, no ha querido escuchar al pueblo. Prefiere continuar dando dinero público a los bancos que quitan las casas a nuestros vecinos, sin importarles que dejen en la calle a niños y ancianos.
Y lejos de quedarse ahí, criminaliza a los que luchan por sus derechos llamándoles violentos y terroristas. Pero, ¿qué es el terrorismo? ¿No es terrorismo dejar a familias enteras sin hogar para que cuatro banqueros se hagan más ricos provocando, incluso, suicidios? ¿Y dejar que muera gente sin atención sanitaria? No sé a ustedes, pero a mí me aterroriza.
¿No es violencia una reforma laboral que permite tratar a los obreros, más si cabe, como mercancía de usar y tirar? Los resultados están ahí. Más despidos, contratos precarios, horas extra sin pagar y la total indefensión de los trabajadores. ¿Es más violento un escrache que los asesinatos que han hecho empresas “españolas” en Bangladesh?
¿Qué política aplica el Partido Popular que tiene a toda España en la calle? Es el gobierno de los records. Sólo faltan por sumarse a las protestas los militares y la iglesia. Y tiempo al tiempo… Mineros, estudiantes, jubilados, trabajadores, profesores, discapacitados, policías, bomberos, desempleados, padres y madres, médicos, etc. Todos somos el enemigo. Todos menos ellos.
Porque pase lo que pase, la derecha siempre será la buena de la película. Ellos son los verdaderos valencianos, aunque no defiendan su cultura y hayan destruido el litoral con la especulación del ladrillo. Los únicos españoles, pese a que paguen los impuestos en Suiza, regalen la soberanía del país a Alemania y maten de hambre a sus vecinos. Pero esa España, de miseria y caridad, no la queremos.
Nuestra patria es más grande. Es poder tener un trabajo digno, comida y una casa, sin preocuparnos por el futuro. Es disfrutar de un servicio de educación y sanidad público, de la máxima calidad, donde se mire por la persona y no por el negocio.
Si por luchar por esto somos terroristas, que no busquen más. Aquí tienen a un terrorista. Y lo seguiré siendo para defender el bienestar de todos los vecinos y vecinas de Burjassot, voten a Esquerra Unida, al PP o a otros partidos.
