No, el PP no es el partido de las mujeres trabajadoras

Hace ya algunos años, el entonces Presidente del Gobierno, José María Aznar fue preguntado sobre qué cualidades destacaría en el hombre y en la mujer, a lo que respondió que en el hombre prefería “la responsabilidad” y en la mujer “que fuera mujer”.

Semanas antes de las elecciones generales de 2011, en la portada de un dominical, aparecía Mariano Rajoy rodeado de varias personas que a través de sus indumentarias representaban distintas profesiones. En la escena sólo había una mujer. Y en sus manos portaba un pastel.

Así, pasamos de la mujer-mujer de la época de Aznar, a la mujer-esclava del hogar, de la época de Rajoy. Toda una declaración de intenciones.

Todos los recortes en gasto social del Gobierno del PP en estos últimos siete meses perjudican de manera muy especial a las mujeres y resquebrajan el Estado del Bienestar, el principal aliado de las mujeres en el camino de la igualdad, porque las alivia de su carga histórica: los cuidados de los niños y los mayores, que dificultan su incorporación al mercado laboral, ahora también en precario. Las mujeres están sufriendo con mayor virulencia los efectos económicos de la crisis porque ya venían de una situación de partida peor que la de los hombres. Y la autonomía económica es un factor fundamental para la igualdad.

A todo esto debemos añadir que la reforma laboral supone todo un retroceso que pone en serio riesgo la igualdad y los derechos y libertades conseguidos desde la restauración de la democracia en nuestro país. Algunos de las modificaciones que incluye la nueva legislación afectan directamente a las madres trabajadoras, haciendo que las horas de lactancia sólo sean aplicables a uno de los miembros de la pareja -cuando hasta antes de la entrada en vigor de esta normativa ambos progenitores podían repartirse la duración de este permiso. Las horas de lactancia tampoco podrán ser acumulables sino que deberán disfrutarse de forma parcial cada día. Además se elimina la bonificación que existía para la contratación de las madres que dejaron su empleo y que tras tener a sus hijos, deciden incorporarse al mundo laboral de nuevo. Ataques y más ataques a la mujer trabajadora y a su derecho de conciliación.

Según el último informe del sindicato UGT, que analiza las medidas y planes de igualdad en la negociación colectiva, se desprende que la reforma laboral del PP está produciendo que las empresas, al descolgarse de los convenios –incrementado el poder empresarial y debilitando la representación sindical- lo hagan también de los planes de igualdad, es decir, la reforma laboral está permitiendo que los planes de igualdad puedan ser modificados unilateralmente por la empresa, por lo que las medidas que contengan pueden quedar sin efecto. La creación de un contrato temporal sin derecho a indemnización para empresas con plantillas por debajo de 50 personas, donde están ubicadas mayoritariamente las mujeres; y la precarización aún más del contrato a tiempo parcial, que afecta mayoritariamente a la mujer. Ataques y más ataques a la mujer trabajadora.

Más desempleo, trabajo remunerado más precario, con menor sueldo (con diferencias salariales entorno al 22%) y más obligaciones en casa. El último ataque a las mujeres viene con la derogación encubierta de la Ley de la Dependencia. La Ley de la Dependencia, junto con la Ley de Igualdad efectiva entre mujeres y hombres, fomentaba la corresponsabilidad de la vida laboral y familiar de todas las personas, y apostaban por un modelo en el que las instituciones, los agentes sociales y las políticas públicas se comprometían con el fomento de la conciliación de la vida familiar y laboral. El 95% de las cuidadoras son mujeres. El PP además de rebajar entre un 15% y un 30% la prestación a los dependientes por cuidados en el entorno familiar, también elimina las cotizaciones a las cuidadoras, que en muchos casos les servían para poder completar períodos cotizados y tener derecho a una pensión de jubilación en el futuro.

Todas estas acciones manifiesta a las claras la ideología del PP: quieren que la mujer siga siendo la cuidadora del familiar dependiente, sin retribución ninguna y no se plantee ingresar en el mercado laboral. Ataques y más ataques a la mujer trabajadora.

Históricamente todas las crisis se han resuelto de una manera desigual para las mujeres. Se cierran normalmente -a las pruebas me remito- dando pasos atrás en las conquistas igualitarias alcanzadas, provocando que las mujeres trabajen más que antes, por menos ingresos y viendo recortadas su autonomía y libertad. Esta pérdida de bienestar, no sólo las sufren las mujeres, sino que se traslada a toda la sociedad.

No, el PP no es el partido de las trabajadoras. Pero el PP debe entender que las mujeres han llegado al mercado laboral con vocación de permanencia y que cualquier solución que se plantee, tendrá que contar necesariamente con ellas.