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Por Isabel Aguilar - PSPV-PSOE de Alzira
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La gran mentira de Bastidas, el gran engaño del Partido Popular en Alzira

    Llama poderosamente la atención que el Ayuntamiento de Alzira prefiera expropiar casas a los bancos que exigir a la Generalitat que haga sus deberes, y acondicione un bloque de viviendas de su propiedad.

    Ellos y sólo ellos, en referencia al Partido Popular con Bastidas al frente, han antepuesto su hegemonía y su autoritarismo frente a la coherencia y el sentido común. Nadie duda que es más lógico dialogar, llegar a acuerdos, acercar posturas con el Gobierno de Fabra, del Partido Popular, para que repare los inmuebles en estado de abandono en el municipio de Alzira, y que son propiedad del Consell; nadie lo duda, excepto ellos. En contra de lo sensato Elena Bastidas ha impuesto el disparate, dilapidando el dinero público de todos los alzireños al comprar casas a los bancos alimentando a los culpables de la crisis.

    A las cosas hay que llamarlas por su nombre. Fracaso, o cualquiera de sus sinónimos, revés, decepción, fallo, frustración, descalabro; todos sirven para referirse al programa Alzira Social impuesto por la alcaldesa, Elena Bastidas, y el Partido Popular.

    Hace unos días, junto al diputado Francesc Signes, denunciábamos el abandono del bloque de viviendas de la Calle Severiano Goig propiedad de la Generalitat, en el barrio de l'Alquerieta. Allí lamentábamos la abultada lista de familias alzireñas, más de 90, que engrosan la lista a la espera para que se les asigne una vivienda pública. Y esta cifra al PP le parece poco y nos rectifican cuestionándonos el número facilitado, ya que según la concejala de Servicios Públicos, Chelo Martínez, las familias en espera son muchas más.

    ¿No les cae la cara de vergüenza al reconocer que las familias que esperan son muchas más?. A Elena Bastidas le da igual que el porcentaje de vecinos en precariedad vaya en aumento. Al Partido Popular en Alzira le da igual buscar una salida rápida y viable para hacer frente al problema. Les da igual equivocarse y aceptar el error. A la alcaldesa de Alzira, ¡le da igual!. El PP tiene miedo a la derrota, a que le den la espalda, a que no se le aplauda. Tal es la excesiva necesidad de admiración, o dicho de otro modo, narcisismo, del Partido Popular de Elena Bastidas, que son incapaces de marcha atrás y escuchar otras opiniones.

    Desde la puesta en marcha de esta ingenuidad de Bastidas, en enero de 2013, se han rehabilitado seis casas, y se han entregado las llaves de tres. En el transcurso de estos meses una familia ya las ha devuelto al Ayuntamiento.

    El proyecto inicial pretendía rehabilitar 48 casas del barrio de l'Alquerieta. De la pretensión inicial a la realidad existe un abismo. Los socialistas nos hemos opuesto al proyecto Alzira Social desde su inicio, ya que nuestra manera de invertir el dinero es otra.

    "La Robin Hood", así llegaron a calificar a Bastidas los medios de comunicación tras presentar el proyecto. Pasados dos años, y como reza una canción de Noa y Sabina, "Robin, se ha quedado sin Hood".

    Indigna la dejadez de la que hace gala la alcaldesa Elena Bastidas y el Partido Popular; tras tres legislaturas se han enrocado en la falta de ideas y soluciones. Son cómplices de sus nefastos actos, y mientras tanto las consecuencias acarreadas por su pésima gestión las paga el ciudadano con sus impuestos. Y mientras tanto, los alzireños se ven ninguneados. Y mientras tanto los vecinos asumen el alto coste de los proyectos nefastos y fallidos de la "Robin Hood".

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