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Por J. Marcos Masó Andres - Alternativa Independent per Alcora
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Espai cultural para l’Alcora

    No es necesario ahondar demasiado en la sociedad para suscribir la frase que un día escribió Alberto del Pozo, catedrático y gran maestro de la pedagogía: “La Juventud constituye un estorbo para la sociedad, ya que se caracteriza en sí misma por su espíritu de cambio e inconformismo”. La frase encierra certezas, y en las manos de la clase política que rige nuestra sociedad esta la obligación de mejorar la calidad de la educación en España, y con ello la posibilidad de ofrecer a nuestros jóvenes un futuro con alternativas, UN FUTURO en mayúsculas.

    En los últimos años los ayuntamientos de las ciudades españolas, han empezado a desarrollar programas de ocio alternativo para que la juventud tenga una alternativa sana a la habitual noche en la discoteca. El objetivo es crear espacios de ocio en los que los jóvenes puedan disfrutar de la noche sin alcohol ni drogas. En los diferentes y variados programas se conjugan cursillos, conciertos y fiestas que tengan algún ingrediente educativo. Los actos se ubican en espacios públicos, centros culturales, polideportivos, etc, y en ellos se consigue crear un ambiente ideal en el que, además de alternar con gente de edad similar, se comparten aficiones y las características de las actividades están dirigidas a jóvenes de entre 12 y 18 años, habitualmente divididas en turnos de tarde y de noche. Los municipios se suman cada vez más, a esta práctica de crear espacios de ocio alternativo que generen nuevas prácticas culturales entre la juventud. Los estudios sociológicos realizados entre diferentes grupos de población joven, establecen que el lugar de residencia, salvo excepciones no supone una gran diferencia en cuanto a hábitos culturales, aunque eso si, el nivel de estudios abre importantes diferencias de prácticas culturales entre la juventud, mostrando un descenso claro del nivel de prácticas culturales entre quienes sólo trabajan, frente a quienes estudian. Aquellos que estudian y trabajan, se muestran como el sector más activo en cuanto a prácticas culturales intermedias.

    Las diferentes ciudades tienen sus propios programas de ocio juvenil que además varían mucho de unas ciudades a otras, por cuestiones tangibles como la situación geográfica de la localidad, el clima habitual del lugar, la distancia a la ciudad más cercana, o por cuestiones de carencia de infraestructuras que puedan albergar este tipo de servicios para la juventud. Para participar de los citados programas basta con solicitar información al respecto en el ayuntamiento correspondiente, centro cultural o asociación juvenil.

    La oferta de ocio que se puede ofertar es amplísima; talleres de radio, sesiones de cine y karaoke, sesiones de DJs, espacios chill out, cursos de break dance, fotografía digital, defensa personal, bailes de salón, hip hop, rap, funky o danza del vientre. Deportes como la esgrima, campeonatos con videojuegos o ping pong y un largo etc, hasta donde nos alcance la imaginación. A esto se puede añadir la creación dentro del centro destinado a estos menesteres, de salas para usos variados como, salas de ordenadores con cursos en donde aprender como crear sus vídeos y su música, salas de ensayo, estudio de grabación, sala de exposiciones y conferencias, zona de grafitis y zona wifi gratuita. En el caso de l’Alcora, este hipotético espai cultural, contaría con espacio suficiente para la escuela de música y la banda local, y sería importante que el espacio que se destinara a ello contara con un espacio al aire libre, ajardinado, pues la benevolencia del clima permite la realización de actividades en una zona exterior, durante gran parte del año. Asimismo y siempre que ello sea posible, resultaría optimo que el lugar no estuviese demasiado cerca de zonas céntricas urbanas, evitando de este modo el frecuente barullo que las grandes concentraciones de jóvenes producirían.

    La financiación de estas ofertas suele ser municipal, al igual que los espacios en los que se desarrollan, aunque existen numerosas ayudas económicas en las diputaciones, consejerías, direcciones generales, etc, destinadas a materia de juventud. Asimismo, en estos momentos, se puede contar también con los fondos de los recientes planes estatal y regional, creados por el gobierno de la nación y por la generalitat valenciana para la construcción de infraestructuras, o para la adquisición de dotaciones.

    Es preciso que en nuestro consistorio se consensúen las medidas necesarias que hagan posible la construcción de un ESPAI CULTURAL, capaz de albergar estas y otras inquietudes y necesidades que el sector joven de nuestra localidad nos viene demandando desde hace años. Hemos de ser capaces de dejar a un lado vanidades personales y méritos partidistas, para lograr un gran pacto que beneficiará a toda la sociedad de l’Alcora. Los hombres y mujeres de AIPL’A lanzan el guante ante este reto.

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