Escuchen a la Valltorta
El Arte Rupestre Levantino fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998 por la Unesco, conformando la única expresión de la provincia de Castellón con este reconocimiento. Debería ser objeto de orgullo y debería tener el tratamiento, cuidado e inversión que merece. Pero la joya continua escondida en el cofre y con polvo. Sirvan para los siguientes ejemplos.
En Tírig se encuentra el Museu de la Valltorta, el centro de interpretación de todo el arte rupestre levantino. Está situado cerca de la Cova dels Cavalls, uno de los máximos exponentes artísticos que podemos encontrar en todo el interior castellonense.
La Generalitat Valenciana es la administración titular del museo. Desde hace tiempo reclamamos que se reparen los accesos al mismo, pues el asfaltado presenta numerosos baches y, por tanto, ofrecemos una imagen que dista mucho de lo que esperan encontrar los miles de turistas y visitantes y de la decencia que merece un monumento de tales características. El Ayuntamiento, en la medida de sus posibilidades, repara los baches, pero nuestra economía no da para más.
Lo mismo ocurre con algo tan simple como las bombillas del interior del museo: fallan y no se sustituyen. En los últimos meses, desde la dirección del Museo se ha solicitado que se instale iluminación led para ahorrar costes. La inversión se recuperaría en apenas dos años, tampoco hay presupuesto. Lo pedimos al anterior gobierno y al actual. Y ahora que se cumple un año de los nuevos gestores es momento de decir que todo sigue igual. La Valltorta sí sí, pero no no.
Además, desde hace años no funciona el audiovisual interactivo que se visionaba en la sala que reproduce a tamaño natural la Cova de Cavalls, en el interior del museo. En reiteradas ocasiones hemos solicitado que lo reparen pero a día de hoy los miles de visitantes continúan sin poder disfrutar del mismo.
Y la falta de atención no acaba aquí. El Ayuntamiento de Tírig, un pueblo con 500 habitantes, fue quien se gastó 18.000 euros en un sistema de audioguías en varios idiomas para prestar una correcta atención a los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, que pese a estas carencias vienen a visitarnos cada día, cada mes, cada año.
Y hay más. Desde 2009 el Ayuntamiento de Tírig tiene aprobada una ordenanza para poder cobrar por las visitas a los abrigos de su término municipal, entre uno y tres euros. Pero seguimos sin llegar a un acuerdo con la Conselleria para poder aplicarla. A cambio ofrecemos hacernos cargo del mantenimiento, contratar a una persona que realice las visitas guiadas por el interior del centro de interpretación y potenciar la llegada de visitantes. En definitiva, hacer todo lo necesario para situar este enclave del interior donde se merece. Y si lo hacemos es para dar un impulso turístico tanto al municipio como a la comarca, y así tratar de suplir todo lo que al titular del museo le correspondería hacer. Pero ni así. Seguramente estamos muy lejos de Valencia.
Nos encargamos de cortar el césped, de recoger la basura que se genera en el entorno, de reparar los caminos, de todos y cada uno de los detalles de los que se olvida la Generalitat Valenciana.
En el último año sigue paralizada la tramitación para la declaración del Parque Cultural de La Valltorta-Gasulla y el museo, actualmente sin director al frente, es objeto de la dejadez y olvido por parte de los responsables de patrimonio de la administración autonómica. Les aseguro que no es plato de buen gusto escribir estas líneas, pero la Valltorta necesita ayuda y compromiso traducido en inversión, una ayuda a la altura de un bien declarado Patrimonio de la Humanidad. Y si no están dispuestos a ayudar, al menos permitan a Tírig obtener ingresos que den un impulso al museo y a los abrigos que conservan este patrimonio único y, con ello, mejorar la calidad de vida y la perspectiva de futuro de nuestros habitantes.
Desde el Ayuntamiento de Tírig hemos impulsado y colaborado en iniciativas como 4D Vull, un proyecto pionero de realidad aumentada que permite ver en móviles y tabletas las pinturas como nunca se han apreciado, financiado por el Ministerio de Educación.También nos hemos puesto en contacto con la Diputación para arreglar los accesos y ya nos han ofrecido financiación para repararlos, siempre y cuando intervenga conjuntamente la Generalitat en el asfaltado del tramo que ofrece un estado lamentable. Y es que los accesos son fundamentales para impulsar el interior. Lo hemos comprobado con la carretera que se ha construido desde Salzadella, la cual nos ha permitido algo tan sencillo como que los autobuses puedan llegar sin dificultades a la Valltorta. La carretera fue ejecutada por la Diputación de Castellón y abierta al tráfico en 2015.
También desde el Ayuntamiento hemos elaborado un programa anual de visitas guiadas que, además de La Valltorta, ofrece recorridos por el Museu Puig Roda o por el rico patrimonio de piedra en seco con el que cuenta el municipio. En la medida de nuestras posibilidades estamos trabajando para potenciar la llegada de turistas pero, insisto, necesitamos ayuda. Primero para lo básico y posteriormente para promocionar y situar esta maravilla de alto valor cultural e inmenso potencial turístico donde se merece. Escuchen, por favor, a la Valltorta.
