¿Ecología o negocio?
En los últimos meses estamos siendo espectadores de una puesta en escena muy particular: la de vender el negocio a través de un malinterpretado y malintencionado concepto de ecología a unas pocas empresas a costa del medio ambiente. Y es que el PP confunde a menudo ecología con economía, dos conceptos que no debieran de ser contradictorios.
Hace varias semanas que el presidente Fabra visitó nuestra localidad. Pero no vayan a creer que lo hizo para anunciar que venía a pagar las deudas que tiene la Generalitat con La Vall d’Uixó (más de 3 millones de euros) o para ofrecer fondos económicos y volver a contratar las memorias de SERVEF o para el Pacto Territorial por el Empleo, no. El Molt Honorable President vino a visitarnos con motivo de la presentación de su plan estrella en materia de residuos: la incineración. Eso sí, ellos utilizan un eufemismo que suena muy bien en los oídos de quienes no conocen de qué va el asunto: la valorización energética. La perversión del lenguaje no tiene límites, pues se les olvida a los responsables del PP explicar que cuando se quema la basura, se está contaminando el medio ambiente y la salud de las personas, pues es como cuando las pelusillas las metemos debajo de la alfombra porque nos molestan e incomodan a la vista; siguen estando ahí, eso sí, debajo de la alfombra, mientras no la levantemos, el suelo aparenta estar muy limpio.
Parece ser que los políticos que nos gobiernan en La Vall no se acuerdan que hace aproximadamente 10 años, nos intentaron colar una similar, pretendiendo implantar en el término municipal un macrovertedero con el objetivo de quemar la basura y ofrecerle el negocio redondo a una empresa que se iba a frotar bien las manos. También parece ser que su memoria selectiva no les da para recordar que en aquellos momentos hubo un enorme rechazo ciudadano a su plan de incineración e implantación de macrovertederos. Se creó una plataforma ciudadana, La Vall Neta, que consiguió recoger más de 3000 firmas sólo en nuestro municipio. Ese enorme rechazo ciudadano consiguió persuadir, pero sólo por unos años, al PP de persistir en el negocio de la quema de las basuras. Ahora, con la excusa de la crisis, estamos en los tiempos del todo vale y nos venderán la moto de que crea riqueza y muchos puestos de trabajo: otra cortina de humo más, pero ésta, de las que contaminan y mucho.
Tampoco está de más recordarles a los señores y señoras del PP, con la Sra. Bonig a la cabeza como responsable del área, que en l’Alcora la lucha contra la incineradora está activa desde hace varios años y que su alcaldesa, también del PP, se opone a esta instalación que sería tan dañina para su población y las de los alrededores.
Otro tema que está levantando muchas ampollas en nuestra provincia, especialmente en las comarcas del norte, es el del fracking o método de extracción de gas mediante fractura hidráulica. También suena muy bien a los oídos, pero es otra trampa más de las que contamina y depreda el territorio. Parece ser que el PP se está quedando sólo (junto con la empresa que quiere adjudicarse el negocio) defendiendo este método “tan sofisticado”. Ni siquiera la comisión de expertos a la que ha consultado la Diputación de Castellón, da el visto bueno a este método de extracción de gas.
Nuevamente el PP se encuentra de frente con quienes tanto desprecia y teme: los movimientos ciudadanos organizados, esta vez con la Plataforma Antifracking, que defiende la preservación del territorio por encima de cualquier posible, futurible y aparentemente rentable negocio a costa de nuestro entorno y nuestra salud.
En este, como en otros tantos asuntos, el PP se está quedando sólo.
