Democracia

Ante tales afirmaciones y después de comentarlo con varios amigos, cada uno de ideología distinta, llegué a la conclusión de que estas declaraciones son totalmente sectarias y antidemocráticas.

Como la mayoría, todos formamos parte de distintas asociaciones, grupos de amigos, etc… en los que existen diversas opiniones y cuando hay que tomar un acuerdo, se dialoga, se consensúa y finalmente por mayoría se toman las decisiones y no por eso nos enfadamos con la persona que no comparte nuestra idea, sino que respetamos la decisión mayoritaria.

Pero en política, el dialogo y el entendimiento entre los políticos es un deber que hay que cumplir. Los ciudadanos eligen democráticamente a sus representantes para que dialoguen y consensúen entre ellos medidas beneficiosas para la sociedad y así las decisiones que se tomen por mayoría sean finalmente respetadas por todos. Esta es la grandeza de la democracia, donde su principal virtud es el dialogo entre personas que tienen distintos puntos de vista.

Por lo que personalmente no acabo de entender las declaraciones vertidas por el Sr. Picher, al que tengo que recordarle que es alcalde de Moncofa fruto de un pacto consecuencia del dialogo y acuerdo entre dos partidos políticos y que el estado democrático lo legitima para que sea el primer edil de Moncofa.

Pero que el Sr. Picher sea alcalde de Moncofa no lo legitima para realizar estas declaraciones, ya que está menospreciando a la democracia, democracia por la que nuestros padres lucharon por ella y que está por encima de la persona del Sr. Picher, al que también quiero señalarle que los políticos estamos de paso pero la democracia es eterna.

El Sr. Picher no está legitimado para exigir que los partidos políticos no se reúnan y lleguen a acuerdos, más aún si son beneficiosos para la sociedad independientemente de donde vengan las propuestas.

No quiero poner en duda las fuertes convicciones democráticas del Sr. Picher, más bien quiero pensar que se trata de una torpeza política debido a su inexperiencia, ya que en un principio estaba designado para ser el número cuatro y no el cabeza de lista de su formación, pero que fruto de un pacto, contemplado por esa palabra maravillosa que es la democracia, después de dimitir el primero y el segundo, y renunciar el tercero, ha llegado a ser el alcalde de Moncofa.

Entre todos tenemos el deber y la obligación de cuidar y preservar los valores de la democracia, más aun la clase política, ya que muchos de nuestros antepasados no pudieron disfrutarla y nuestros hijos y nietos nos lo agradecerán.