¿Debe una feria del comercio contaminar acústicamente?
La playa de la Pobla de Farnals, lugar bello y visitado por los amantes del turismo de sol y playa desde los años 70 tanto a nivel nacional como incluso a nivel internacional , el sonido del mar ha sido engullido por el bullicio sonoro que le circunda.
Vecindario de las viviendas residenciales de las calles circundantes a la Avda Neptuno, Carabelas, Plaza París, Plaza Cortes Valencianas, Paseo Colón, Hotel de la Playa y edificios circundantes, usuarios y usuarias de la Playa Nord, sufren desde hace años las molestias causadas por la saturación de todo tipo de actividades que se realizan principalmente en el espacio público de su plaza central ,de su entorno y de su playa Nord y que últimamente está mayormente aquejado y con opiniones confrontadas sobre el tema.
Desde el día 20 hasta el 24 de julio está celebrándose la décima edición de Firpobla, Feria del comercio local. Vaya por delante que es una muy interesante y loable iniciativa, que se celebra en muchas otras localidades con gran éxito, si se ajustara a los objetivos para los que fue diseñada y el enclave no perjudicara siempre al mismo vecindario, aunque puedan pensar que es una “pequeña minoría “
El objetivo de una Feria del Comercio suele ser dinamizar y promocionar el comercio local de la ciudad ya que ofrece una gran oportunidad para que sus establecimientos comerciales puedan darse a conocer y, a su vez, poder vender sus productos a un público más amplio que su clientela habitual.
Para amenizar las ferias se suelen programarse diversas actuaciones complementarias de animación….
Se entiende que deberían ser unas jornadas de diversión para todos y todas donde promocionar sobre todo el comercio de proximidad y el turismo, en localidades donde tenga relevancia como es el caso de Pobla Farnals por sus playas.
Posiblemente el Ayuntamiento que colabora y autoriza, sea último responsable de esta edición donde la contaminación acústica generada en “esas actividades complementarias y/o animación ha sido insufrible para los cercanos residentes que han tenido que padecer “su continuada y elevada exposición acústica en determinados actos comerciales o de “animación comercial como “castllos hinchables, fiesta de la espuma, clases de baile ´o “música con Djs sobrepasándose el horario previsto de cierre, que se publicitaba a las 24 horas.
Probablemente el objetivo de visualizar una plaza llena de asistentes con “merecidas ganas y deseos de encuentro, fiesta y bailoteo, y si cabe aún mas tras las restricciones pandémicas se haya conseguido, pero a costa de tener al vecindario residente circundante encerrado con ventanas a cal y canto sufriendo los excesos de decibelios.
El ruido atenta contra derechos fundamentales de las personas según el Tribunal Constitucional, pudiendo llegar a representar un factor psicopatógeno y una fuente permanente de perturbación de la calidad de vida de los ciudadanos según acredita la Organización Mundial de la Salud.
Prueba de ello, hace que los tribunales sean cada vez más sensibles a considerar la contaminación acústica como delito ecológico que atenta contra el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y de una calidad de vida óptima así como que puede provocar grandes y graves problemas de salud en la ciudadanía afectada.
Agradeceríamos que el gobierno municipal y autonómico analice y estudie seriamente y con rigor el tema de la contaminación acústica en entornos tan cercanos a núcleos residenciales, según estándares que están demandando las Metas y Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ya cercana Agenda 2030 y que toda institución pública debería aspirar conseguir…
Como posibles soluciones se podría sugerir; el sencillo reparto y redistribución de la celebración de este tipo de eventos por otras zonas del barrio de la playa; su fabuloso puerto deportivo, la zona del polideportivo de la playa , su centro social Veles e Vents, su maravilloso, largo e inaprovechado Paseo Marítimo como balcón al Mediterráneo y no sólo el tramo de su Plaza Cortes Valencianas aunque sea céntrico.
O limitar y/o cuidar el horario, y duración en días de las actividades que tengan que emplear música reduciendo la emisión de decibelios. Es insufrible estar cinco días de Feria con música ( permanentemente e incluso hasta altas horas de la madrugada … )
Urge una apostadora, creativa, conciliable y justa solución, si tienen oportunidad y les dejan acústicamente descansen … Muchas gracias y Feliz Verano ¡!