Cuando alguien sin vergüenza alcanza el poder
No es ninguna novedad que, cuando alguien tiene que pactar para alcanzar el poder, tiene que ceder y negociar, el problema radica cuando no le importa negociar su dignidad y su vergüenza por mantenerlo.
Ya en campaña electoral se apuntaban maneras. La Iniciativa Cívica del casco antiguo convocó a todos los partidos para presentar sus propuestas y, a excepción del PP, que no se presentó, y Ciudadanos Xàtiva, que entendió que no podía comprometerse a firmar ese documento aunque le restara algún voto, el resto de asistentes firmaron ese documento sin ningún tipo de pudor ni vergüenza, entre ellos los tres que nos gobiernan, sabiendo que ni les importaban de verdad las propuestas, ni las iban a cumplir. A las pruebas me remito cuando el propio Consistorio reprende a los miembros de la Plataforma Cívica por “darles caña” con este tema, pero la realidad es que ha pasado ya más de un año y no se ha cumplido nada de lo que en su momento se firmó.
Una vez alcanzado el poder con acuerdos entre formas de pensar distintas, comienza el espectáculo. La vergüenza se deja aparcada y empieza el amiguismo que echaban en cara a los anteriores gobernantes. Nos pretenden engañar con conciertos “rentables” que, finalmente, han costado a los setabenses miles de euros, con una petición a dedo para la creación de un cartel para que un conocido salve una mala situación económica personal, con contrataciones amañadas dividiendo en diferentes partidas las actuaciones a realizar para camuflar esta asignación irregular, con intentos de colocar a dedo al marido de una teniente de alcalde, de meter a dedo a un nuevo jefe de policía… ¿Esta es la regeneración política de la que tanto alardeaban? ¿La nueva política de transparencia? Están realizando, punto por punto, aquello que siempre reprobaron en el partido antecesor.
Pero el espectáculo más dantesco es, sin lugar a duda, la consulta sobre la Reina de la feria y los espectáculos taurinos, algo que nunca fue debate en la masa social setabense y que ellos han utilizado para dividir y romper a la sociedad.
Si bien la socia de gobierno no quería que hubiese reina de la feria, no tuvo vergüenza ninguna para salir en la foto el día de la recepción de la misma. O el socio de gobierno que unos días antes de la encuesta que ellos mismos habían instigado, organizado y ejecutado, no tuvo ninguna vergüenza en desmarcarse de la misma y dejar al alcalde con el “culo al aire”, como popularmente se diría.
El espectáculo que nuestros gobernantes locales nos están ofreciendo aún no termina aquí. Después de la consulta, se apresuran a comunicar que no habrá espectáculos taurinos, no solo en feria como habían preguntado, sino en ningún momento. Y al día siguiente nos dicen que si la plaza es portátil, sí habrá toros. Y, cuando desde el juzgado les notifican una denuncia por parte de los taurinos, se defienden diciendo que no los han prohibido, que lo que ocurre es que aún no han terminado de redactar el programa de feria. De hecho, con fecha 25 de julio el ayuntamiento de Xàtiva alega delante del juez que “no existe ningún acuerdo, resolución, ni siquiera actuación de hecho del Ayuntamiento de Xàtiva que prohíba o impida en modo alguno la celebración de eventos o festejos taurinos en el municipio”.
Sin embargo, con ese argumento chapucero que nos quiere vender el Consistorio sobre un programa de feria aún inconcluso, resulta que la plaza de toros tiene programados todos los días en los que podrían tener lugar esos “eventos o festejos taurinos en el municipio”. ¿Pero en qué quedamos? ¿Tenemos un programa cerrado o podemos seguir incorporando cosas según nuestra conveniencia? ¿Por qué, señores del equipo de gobierno, no llamamos de una vez a las cosas por su nombre y reconocen ante los que los han escogido como sus representantes que no han contestado a ninguna de las empresas taurinas que presentaron por registro la posibilidad de realizar este tipo de espectáculos? ¿O acaso son como el perro del hortelano, que ni comen ni dejan comer? No prohíben los toros, pero no dan respuesta a los empresarios en ningún sentido, ni a favor ni en contra. Totalmente kafkiano.
¡Por Dios! Tengan un poco de vergüenza y digan la verdad de una vez, señores, no jueguen más con los ciudadanos y la ambigüedad para mantener sus sillones. Lo blanco es blanco y lo negro, negro.
Quiero despedirme con una petición al alcalde de nuestra ciudad. Señor Cerdà, busque, encuentre y recupere su vergüenza y su dignidad. Agarre el timón de esta ciudad que está hundiendo a base de dar bandazos, fije el timón a un rumbo real y no se siga comportando como un pelele en manos de sus socios de gobierno.
La ciudad y yo personalmente se lo agredeceremos.