Cría cuervos y te sacarán… ¡los ahorros!
El ciego de nuestra historia, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (más conocido como MAFO) aporreaba a los lazarillos que le rodeaban (entre ellos, un tal Modesto y otro al que llamaban Rodrigo) ¿Por qué nos golpeas maestro? Porque os coméis las uvas de tres en tres. Y, ¿cómo lo sabéis si sois ciego? Pues porque yo me las como de dos en dos y vosotros no os quejáis.
Cría cuervos y te sacarán… ¡los ahorros!
No nos encontramos en la ribera del toledano rio Alberche, en Almorox, ni hablamos de uvas, aunque el cesto de este supuesto ciego esté repleto de participativas, preferentes, fusiones, adquisiciones e informes de inspectores del banco de España, amén de los efectuados por el propio FROB, a los que parece que no tuvo muy en cuenta. Pero ya saben que “MAFO” decide sobre cuatro de los nueves miembros del Consejo Rector de esta institución, además de escoger al presidente de su comisión rectora.
Han pasado casi quinientos años y la picardía de nuestros financieros no dista demasiado de la que hacían gala aquel invidente y el pobre Lázaro. Tampoco ha variado mucho la actualidad en ciertos campos. Seguimos vendimiando y nuestros dirigentes elucubrando nuevas fórmulas para recaudar y disponer, a voluntad, sobre adquisiciones, fusiones y otras mercedes.
Y es que si hace cinco siglos adolecían de no enterarse de lo que sucedía, faltos de rotativas, tdt y redes sociales, hoy por hoy, las continuas oleadas de noticias económicas, políticas y financieras no nos dejan ni un minuto para pensar o reflexionar, ni tan siquiera para decidir si nos parecen adecuadas o no. “Digerimos la actualidad” tal como llega y convivimos, a duras penas, con ella. Ante algunas situaciones que parecen “nuevas” es necesario hacer un ejercicio de memoria y recordar algunos hechos que vinieron encadenados y que no deberíamos haber olvidado nunca.
Sin retroceder demasiado, corrían los años 90, cuando al curriculum del Sr. Rato, se vinculaban empresas con cuantiosas perdidas y diversas quiebras, curiosamente “alguien” consiguió que el grupo HSBC otorgara un préstamo de 525 millones de pesetas para salvar unas compañías por las que nadie hubiese puesto por ellas ni una sola de las antiguas pesetas. Quizá sería porque el Hong-Kong Shangai Bank era el banco implicado en el escándalo (ya olvidado) de Gescartera que supuso una estafa de 20.000 millones de pesetas a más de 2.000 personas, comprometiendo al PP y a la propia Iglesia Católica.
Era evidente que este personaje necesitaba algo más sólido donde desarrollar sus habilidades, por eso encaminó sus pasos al FMI, organismo de ámbito mundial que, con carácter principal, destaca en sus estatutos “la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza”. Aquí cumplió su puesto de vigilancia el Sr. Rato entre los años 2004 a 2007, todo un éxito. En este caso sus decisiones no afectaron únicamente a 20.000 personas, sino a cientos de millones de ciudadanos de todo el planeta.
Del FMI a Bankia. Llegó Rodrigo Rato dispuesto a “superar” la difícil situación del grupo financiero que se había fusionado por la fuerza con el fin de evitar su absoluta quiebra. Menuda risa, si no fuera porque detrás de su salida forzada, quedan 400.000 accionistas de Bankia con un 37 % de pérdidas y el peor banco de la bolsa española. En esta ocasión, la situación heredada y ahora gestionada por “Super Rato” estaba colapsando la recuperación de todo el sistema financiero, o eso aducen otros, ex-Lehman Brothers, ahora metidos a rescatadores de la economía a través de cargos como el de ministro de Economía.
Paralelamente a esta historia tenemos la de la CAM (nuestra histórica Caja de Ahorros del Mediterráneo, fundada en 1875 como Monte de Piedad-Caja de Alcoy y que es fruto de la fusión de 29 entidades financieras), la cual, en una endiablada carrera con BANCAJA (como dice el refrán: Dios los cría y ellos se juntan”) tenía situados en sus máximos órganos de representación a los inútiles de turno que, de la mano de la injerencia política en las Cajas, habían conseguido escalar los principales puestos directivos sin tener que acreditar el más mínimo conocimiento financiero, dicho y declarado por ellos mismos. No hacía ninguna falta, hemos visto en la historia anterior que los que tenían conocimiento lo hacen casi peor.
Aquí, en nuestra Comunidad Valenciana de las gallinas de los huevos de oro, los faraones de ésta tierra, quisieron construir otras pirámides (además de las de Terra Mítica) en esta orilla del Mediterráneo y, al igual que en el antiguo Egipto, su construcción se cobró la sangre, el sudor y las lágrimas de todo un pueblo, en este caso, el nuestro. Estos faraones, salidos de no se sabe qué dinastía, contrataron al que se suponía mejor arquitecto de todo el reino, el Sr. Calatrava, al que para “motivarle” le incluyeron una cláusula en su contrato especificando que cuanto peor salga la obra y más tarde, más dinero cueste y más suban sus honorarios. ¡Menudo lince el que representó a la parte contratante!. Además cobrando en Suiza, pues el ambiente mediterráneo suena poco a 'paraiso fiscal'. Para hacer que el pueblo pagase las pirámides, únicamente tuvo que situar al frente de las Cajas de Ahorros a sus más fieles lacayos para que diesen el visto bueno al saqueo de las entidades y de los bolsillos de los ahorradores, que recibieron -en forma de cuotas participativas- los latigazos de los faraones, encima, diciéndoles que debían ser más productivos.
Como no hay dos sin tres, en nuestra ultima historia volvemos a tener a MAFO. A estas alturas, no tengo claro si darle el papel del ciego o del lazarillo, en estos capítulos donde nadie ha visto nada, salvo el engorde de las cuentas corrientes y, además, se permite negarse a declarar ante las Cortes Valencianas, por el momento, y, posiblemente, ante las Generales después. Yo creía que la única figura inviolable era la del Rey, pero parece que hay más de una, en este reino del despropósito. En esta historia nuestra, el ciego (MAFO) aporreaba a sus lazarillos (Rato, Crespo, etc..)¿por qué nos golpeas maestro? Porque coméis las uvas de tres en tres y ¿usted como lo sabe si es ciego? pues porque yo me las como de dos en dos y vosotros no os quejáis ¡canallas!.
Por último, y como colofón a todo esto, nos desayunamos, hace pocos días, con la última reforma típica ya de cada viernes. En esta ocasión, en el BOE nos han colado una disposición “adicional primera” a través del R.D. Ley 18/2012 sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector financiero, donde se le permite a las entidades financieras que tengan en circulación las participaciones preferentes que, simplemente, no las paguen a su vencimiento.
Es cierto, casi lo olvido. No recordaba que hay que pagar los millones de euros que se llevan los que “entran y salen” de estos episodios carnavalescos. Ahora es el turno del Sr. Goirizgolzarri que tiene ya una pensión de más de 50 millones de euros. Estoy seguro que podrá compatibilizar estos ingresos con los otros que le corresponderán. Pero, eso sí, suspenderemos “las preferentes” y “la deuda perpetua” y todo lo que suponga recuperar un solo euro de los tristes ahorradores que no queriendo especular en el sector inmobiliario se refugiaron en la aparente seguridad de los plazos fijos, que ahora han renombrado los que nos dirigen y administran.
Por ello termino con el titulo de “cría cuervos que te sacarán los ojos, te hundirán el sistema financiero y te robarán los ahorros; además, te provocarán una ruina que tendrás que pagar durante décadas”. Eso sí, te cobrarán unas cifras que los mortales sabemos inalcanzables.