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Por José Luis Chover - Concejal del Grupo Socialista de Sagunto
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Ser consecuentes no es lo suyo

    Ahora resulta que el Plan E del Gobierno de España, el llamado Plan Zapatero, el mayor esfuerzo inversor realizado por un Gobierno para ejecutar proyectos municipales a través de los Ayuntamientos es, según la plana mayor del Partido Popular (Rajoy, Cospedal, Montoro) arreglar aceras que no lo necesitan y una medida inadecuada para combatir el paro y la crisis económica.

    Rechazan esta inversión y se quedan con la medida de suprimir algún Ministerio cuando se les pregunta directamente sobre qué medidas concretas proponen, hartos de oírles repetir que se hace lo contrario de lo que se debería hacer sin explicar lo que se debería hacer. Ah, también proponen el despido libre y la reducción de impuestos, medida ya retirada por el gobierno alemán que la anunció como la panacea contra la crisis.

    Cuando se hace una oposición tan despiadada como la que hace el PP, lo menos que se puede pedir a sus dirigentes es que sean consecuentes con lo que plantean, pero todo el partido y en todas partes. No vale explicar a nivel de España lo inadecuado del Plan E, y tener reproducido el mismo plan en la C.Valenciana con el llamado Plan Confianza, presentado en enero de 2009 como un “programa anticrisis y de creación de empleo”, por iniciativa del gobierno de Camps. Tampoco vale que el Sr. Castelló -que creo que también es del PP- salve su gestión municipal de cuatro años gracias a unos fondos transferidos desde el Gobierno de Zapatero,  mientras la cúpula de su partido critica y rechaza esa medida. No se puede decir que el Plan Camps creará en Sagunto 400 puestos de trabajo y que el Plan Zapatero, que aporta globalmente 18,2 millones de euros (5 millones más que el autonómico), no sirve para nada.

    Ser consecuentes y coherentes en esta cuestión, pasa por renunciar a los fondos del Plan E en los cientos de Ayuntamientos en los que gobiernan y aquí, además, por abortar el Plan Camps, cuya previsión de gasto añadirá, caso de cumplirse, 1020 millones de euros a la astronómica deuda que acumula la Generalitat. Ser consecuentes supone devolver al Gobierno de España el dinero recibido y hacer propuestas, decir en que debe gastarse -o no- ese dinero para que el esfuerzo del Estado sea lo más eficiente posible. Supone, en suma, no quedarse en la crítica fácil y simplona a la que nos tienen acostumbrados, que dejen el NO a todo por sistema y que arrimen el hombro.

    También deberían atreverse -si fueran consecuentes- a aplicar su medida estrella de adelgazar el gasto de la Administración en las CCAA en las que gobiernan. Para empezar el Sr. Camp podría dejar el número de altos cargos públicos y personal de confianza (todos de libre designación) en las cifras del año 1995 con Lerma de Presidente, ya que desde que gobiernan han triplicado su número. Siempre superándose, en siete años de los quince que llevan gobernando, han duplicado el gasto en puestos de carácter politico, al pasar de 6,9 millones de euros en 2000 (Zaplana) a los 12,6 millones de 2007 (Camps), y en estas cifras no se incluye a los directivos y colocados en las empresas públicas, que son muchos. Y es que cuando necesitan “enchufar” a alguien, no hay numerus clausus que valgan, siempre cabe un director general más o un asesor más; entre tantos ni se nota.

    La prioridad para el PP es buscar la paja en el ojo ajeno del Gobierno, sin valorar la propia actuación en otros ámbitos territoriales, lo importante es ganar la batalla mediática aunque no haya ninguna relación de coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. La demagogia y la crítica agria y desmedida está instalada, desde hace tiempo, en un partido que no quiere ser consciente como oposición que es también gobierno en otras administraciones.

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