Un concurso con solvencia internacional
Este año y por motivos económicos, el ayuntamiento decide no montar su stand, como hacía en años anteriores, y se plantea una nueva fórmula para presentar el Concurso Internacional de Cerámica. Hay que decir que el Concurso se presentaba en una sala acondicionada para tal efecto, donde podía acceder quien quisiera y donde también se desarrollaba la entrega del premio del público patrocinado por la Caja Rural. Un acto, donde el interés se podía medir por la asistencia de público y la importancia que le impregnaba el hecho de hacerse en una sala de conferencias.
En esta edición, el Concurso ha querido ser itinerante y se ha presentado en un marco nada idóneo para este tipo de eventos, hay que agradecer la colaboración de la empresa Torrecid, que en todo momento hizo un gran esfuerzo para conseguir que los presentes se sintieran cómodos, pero presentar un acto de estas características en un espacio estrictamente comercial donde se mezcla el cliente, el comercial, y el posible comprador, no es una fórmula de lo más adecuada. Si a eso le añadimos el ir y venir de personas que lícitamente acceden a dicho stand con el consabido murmullo propio de una feria, nos encontramos ante un acto que ha restado valor y protagonismo a un Concurso de la talla del nuestro.
El Concurso Internacional de Cerámica, reconocido y solvente a nivel internacional, es más que una tribuna para que los políticos se puedan lucir, hay que tener presente que el Concurso es una realidad gracias al esfuerzo de los patrocinadores que siempre han estado ahí independientemente del color político que tenga el ayuntamiento, por tanto, se merecen consideración, atención y respeto y no tenerlos como meros objetos de decoración.
El equipo de gobierno de l’Alcora estuvo más pendiente del presidente de la Diputación que de quien realmente se preocupa por la localidad y aprovecho su presencia para lavar la imagen de esta entidad presentándola como la máxima patrocinadora del concurso, cuando es sabido que la Diputación patrocina un premio y que ha habido años que no lo ha hecho. Lamentable.