Comedores escolares todo el año
Nos acercamos al final del curso escolar, se cierran los comedores en los colegios y dejamos sin la comida diaria a muchos niños cuyas familias se encuentran en riesgo de exclusión social y no podrán hacer esa comida, tan necesaria para ellos, en todo el verano.
Los políticos tenemos la obligación de ponernos de acuerdo en un tema tan importante como es ayudar a los más desfavorecidos. En este caso los niños y niñas de nuestro municipio a los que, lamentablemente, sus familias no pueden ofrecer una comida, en condiciones, diariamente. Los gestores de lo público tenemos que ofrecer siempre soluciones a los verdaderos problemas de los ciudadanos y, en estos momentos de desigualdad social, muchísimo más.
En San Vicente, alrededor de mil quinientas personas se encuentran en riesgo de exclusión social. Muchos de esos ciudadanos son niños en edad escolar que hacen su única comida sana y equilibrada en los comedores escolares, los cuales cierran al finalizar el mes de mayo y dejan fuera del servicio a los niños que sin el comedor escolar no podrán alimentarse de forma adecuada.
No se trata de darles un bocadillo y un zumo todos los días, y punto. Se trata de que el niño no pierda los hábitos saludables que le aporta la comida que se le sirve en el comedor escolar y que se ajusta a las necesidades vitales para su desarrollo, tanto psíquico como físico.
Desde un Ayuntamiento que vende, a bombo y platillo, un superávit de un 1,2 millones de € no supone nada dotar de una partida de 10.000 € para crear un comedor escolar en junio, julio y agosto en el que se ofrezca una comida diaria a todos aquellos niños y niñas del municipio que lo necesiten. El año pasado no se pudo realizar debidamente, tal y como proponíamos desde el PSOE, según el Equipo de Gobierno del Partido Popular, por falta de tiempo. En este momento en el que todos los indicadores están señalando que el nivel de pobreza va en aumento es necesaria la creación de ese comedor escolar, aparte de todas las demás ayudas que se le dan a las familias que las necesiten.
El planteamiento que se pretende llevar a cabo es ofrecer a una serie de niños, cuyas familias se encuentran en una situación de grave carencia de recursos y a los que sus progenitores no pueden garantizarles una alimentación adecuada, que puedan realizar la comida del mediodía en un comedor escolar y con un menú equilibrado, elaborado por una empresa especializada de “línea caliente transportada”, consistente en primer y segundo plato, postre, pan y agua.
El objetivo del proyecto, que presentamos desde el PSOE en 2013 y volveremos a presentar este verano, denominado “A l´estiu, menja bé”, es satisfacer la principal comida del día a esos niños que tienen dificultades para acceder a una comida sana y equilibrada de lunes a viernes, a partir de Junio, y durante todo el verano, periodo en el que ya no son becados los comedores escolares.
El programa se complementaría con una campaña de hábitos alimentarios saludables entre los comensales, con información sobre valores nutricionales, rutinas y normas para procurar una mejor alimentación de los niños.