Los ciudadanos tenemos lo que nos merecemos
La situación es mala y nos quejamos con razón, pero quejándonos no estamos consiguiendo nada. Llega el momento de votar, el pasado 22 de Mayo, y seguimos votando a los mismos, a los que tienen la culpa de la situación actual, nos quejamos de los que roban y seguimos votando listas electorales con personas imputadas en numerosos delitos.
Salimos a la calle, vamos al bar o a cualquier sitio, y la gente habla de la situación, de lo mal que se están haciendo las cosas y una mayoría parece coincidir en la necesidad de cambiar las cosas. ¡Pero nada más lejos de la realidad! Simples palabras y simples deseos.
Los culpables de la situación no son otros que aquellos que tienen la posibilidad de cambiar las cosas y no lo hacen. Los mismos que prometen y prometen y han tenido muchos años para hacer las cosas de diferente manera, ya sean los políticos del PP o del PSOE. Y ahora, en un momento de desencanto general, en el que los pequeños grupos que nos estamos rebelando tenemos alguna mínima ocasión de lograr buenos resultados, entonces ambos partidos se ponen de acuerdo para cambiar la ley electoral y exigir el 0,1% del censo electoral para poder presentarnos a las Elecciones Generales.
Cuando cambiaron la Ley Electoral, por el mes de Mayo pensé que sería fácil conseguir el 0,1% de ciudadanos que avalaran una candidatura alternativa de centro. ¡Seguro que hay 5000 ciudadanos en Madrid cansados con los dos grandes! ¡O seguro que hay 2000 en Valencia! ¡O 500 en Castellón!
Estoy seguro que hay muchas más de 5000 personas en Madrid que día a día se quejan de la situación política, ¿Pero de ahí a avalar una candidatura y facilitar las cosas? ¡Eso es otra cosa! ¡Exige compromiso! Y parece que la ciudadanía no está dispuesta a comprometerse con nada ni nadie, ni siquiera a ser consecuentes con sus propios pensamientos.
A estas alturas del artículo, algunos pensarán que estoy cabreado o loco, pero estoy molesto. Molesto con la actitud de la ciudadanía. Molesto con salir a la calle a recoger firmas durante más de 15 días y encontrarse con respuestas como ''No tengo tiempo'', ''Uy, política!!! No quiero saber nada'' o el más común de todos ''Yo de los políticos y la política paso''. Gente que no tiene un segundo para escucharte, gente que estoy seguro que cada día se lamentará de todo pero que no dan una oportunidad a nadie para lograr cambiar las cosas. Y así, con esta actitud, los ciudadanos tenemos justamente lo que nos merecemos.
En algunas provincias españolas ya hemos logrado los avales necesarios para poder presentarnos a las Elecciones Generales, pero en otras no. Y no sé hasta donde podremos llegar antes del próximo Lunes, pero lo vamos a intentar todo.
¿Y saben? Cometemos un error y estos días me he percatado de todo. Pensamos que la gente joven pasa de todo, que no queremos saber nada y que es la gente adulta la que más comprometida está, pero no es cierto. La gente joven es la que tiene un momento para escucharte, la que sabe lo que está pasando y los que no tienen miedo al compromiso, en firmarte un aval para que haya una papeleta más en las urnas, una papeleta que es la esperanza para muchos ciudadanos.
No sé si lo que hago tendrá éxito o no, si algún día lograremos cambiar las cosas, pero no me conformo con quejarme por todo y no hacer nada. Me gusta el compromiso.
Hay una pintada en un muro de una ciudad española que dice lo siguiente: ''Mañana tal vez tenga que sentarme frente a mis hijos y decirles que fuimos derrotados, que no supimos cómo hacer para ganar; pero no podría mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque yo no me animé a luchar''.