Carta al pueblo de Benidorm
Esta moción de censura se ha cimentado sobre una base de mentiras repetidas hasta la saciedad y de forma reiterada por los portavoces del PSOE y por el propio tránsfuga. La primera de ellas, las causas que empujaron a José Bañuls a abandonar el PP.
No es cierto que José Bañuls fuera “aislado” o “ninguneado”, ni por mí ni por el equipo de gobierno, durante estos dos años de mandato. Todo lo contrario. José Bañuls ha disfrutado durante todo este tiempo de un trato más que correcto por parte de los que hasta hace poco fuimos sus compañeros, con las discrepancias propias de todo trabajo en equipo, pero fueron ciertamente pocas y sin perder nunca la perspectiva de que lo importante era trabajar por los ciudadanos de Benidorm. Tuvo a su alcance los medios materiales y humanos como cualquier otro concejal para gestionar sus áreas, si no más, y actuó con total independencia, sin interferencias de ningún tipo y, muchas veces, sin consultar conmigo o con el resto de sus compañeros. Pero, al parecer, Bañuls tenía una estrategia trazada.
Bañuls sabe mejor que nadie que ha tenido mi mano tendida y la puerta de mi despacho abierta desde el primer día y, fuera cual fuera su actitud, no me he cansado de tender puentes hacia él para reconducir la situación desde que decidió desaparecer para tomarse unos días de reflexión. Aprovechó mi presencia en Madrid, donde participé en un acto de promoción de Benidorm, para anunciar su baja en el PP y son incontables los mensajes que dejé en su teléfono móvil en aquellas horas. Nunca contestó a mis llamadas. Luego, en las pocas reuniones que accedió a tener conmigo en compañía de su abogado, se limitó, ahora lo he comprobado, a ganar tiempo. Nunca concretó sus exigencias, ni me expuso su lista de agravios. Quería ayudarle, pero no me dejó.
Desconozco los oscuros e inconfesables intereses que le han movido, pero de una cosa puede estar seguro todo el mundo, Bañuls nunca quiso que las cosas volvieran a su cauce anterior, ni abriendo un periodo de negociación. Con los socialistas sí lo ha hecho y son ellos los que tendrán que explicar sus pactos secretos a los ciudadanos, ahora y en 2011, cuando el pueblo de Benidorm, con el voto en la mano, vuelva a poner a cada uno en su sitio.
Por más que se empeñaron, todo el mundo sabe que los argumentos de “ingobernabilidad” y de “parálisis municipal”, no son más que una sarta de mentiras para justificar su asalto al poder que los votantes les negaron en las urnas. Lo saben bien los ciudadanos, porque nunca se había hecho tanto en Benidorm en tan poco tiempo. Con rigor y responsabilidad, hemos desplegado una actividad frenética en estos dos años y Benidorm es hoy mejor que ayer.
Y termino. Creo en la democracia. El pueblo nunca se equivoca. Al día siguiente del próximo 22 septiembre, las mujeres y hombres del gobierno del Partido Popular saldremos a la calle con la cabeza bien alta porque hemos gobernado con honradez, con eficacia y anteponiendo siempre el interés general de Benidorm al interés particular. Otros no podrán hacer ni decir lo mismo. Nunca he aceptado chantajes de nadie. No me he dejado manipular por intereses espurios, porque nunca nada me apartará de los principios y valores que me han acompañado siempre en mis responsabilidades políticas.
Por eso hoy, solo me queda mostrar mi gratitud hacia cuantos han hecho posible aplicar esos principios y valores desde el gobierno y la Alcaldía de Benidorm. Un pueblo y una Alcaldía que, para mí, al contrario que para otros, no tienen precio.