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Por Cristobal Navarro - Presidente de Cepyme Alicante
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Alicante debe exigir igualdad de trato, tanto con el resto de la Comunidad Valenciana como a nivel de todo el estado

    Como siempre sucede, es más fácil determinar de dónde. Por eso, debemos empezar diciendo que venimos de una situación económica de bonanza, donde un cúmulo de despropósitos creado por las grandes corporaciones y por la codicia de nuestro sistema financiero han dejado completamente desprotegido nuestro sistema de vida, nuestra sociedad y, lo que es aún peor, la esperanza de nuestros hijos, de nuestras jubilaciones y que, además, ha arrasado con la confianza de que seamos capaces de conseguir remontar esta situación. Eso sí, todo ello ha sucedido con la anuencia de nuestros políticos que, en demasiadas ocasiones, han aventajado al despropósito con los fichajes de facinerosos de todas las calañas en puestos de máxima importancia. Esos mismos políticos que han arrasado con Cajas de Ahorro centenarias y con fundaciones e instituciones económicas y sociales de todo tipo.

    Es evidente que la sociedad está noqueada. Tanto se la había preparado para que no reaccionara ante nada que asistimos atónitos al resultado, al peor escenario posible. Los empresarios han aprendido a morir en silencio, los ciudadanos se suicidan ante la incapacidad del pago de sus hipotecas, los contribuyentes aceptan la confiscación de sus ingresos con tipos impositivos superiores al 50% y el gravamen de conceptos que no son ingresos ni beneficios, si no subterfugios interpretativos de una administración tributaria al servicio de la política recaudatoria sin miramientos.

    Las empresas, sobre todo las Pymes que han logrado sobrevivir, empiezan a deslocalizarse, provocando la fuga de un sistema que, además de lo ya expuesto, permite la exclusión de las pequeñas y medianas empresas del circuito financiero: el ya tristemente famoso “credit crunch”[1]. La totalidad del crédito que llega desde Europa lo recogen las entidades financieras y lo prestan a las propias administraciones públicas que, a su vez, únicamente aspiran a pagar los intereses de la ingente deuda que soportan. Un peligroso circulo vicioso, altamente nocivo, para las Pymes.

    La generación de los mejor preparados también se marcha de este país, donde no se les da una oportunidad de demostrar su capacidad. Mientras todo esto sucede, el dictado de políticos y determinados lobbies[2] con acusada miopía, mantienen en silencio “voluntario” a los distintos agentes sociales para que nada perturbe la penúltima vuelta de tuerca que se le da a una sociedad moribunda. La misma que, aunque ahora se comporte como un zombi, seguro que se despertará y el problema vendrá en ese momento, cuando la ira, la rabia y la desesperación contenida no conozcan limites ni reconozcan culpables o inocentes y asistamos en desagradable butaca de primera fila a la terrorífica película creada por este grotesco guión que, entre todos, estamos fomentando, tolerándolo unos y otros.

    Si no despertamos pronto de esta aparente pesadilla que vivimos y superamos la parálisis que nos ha causado la sorpresa de ver la otrora omnipotente administración publica sin poder hacer frente a los compromisos de primer nivel, si no nos damos cuenta de que únicamente con el esfuerzo de todos, al tiempo que con la exigencia cada uno en su entorno directo, de la responsabilidad directa o indirecta de cada eslabón de la cadena social, la implicación social y económica, la recuperación de los valores casi olvidados o al menos en desuso, y la identificación con exclusión de los elementos parasitarios individuales o colectivos, si no sucede todo esto, sufriremos un perjuicio sin precedentes para el que, indudablemente, no estamos preparados y del que podemos esperar cualquier resultado sin poder calibrar su magnitud.

    Por eso es imprescindible que superemos cualquier división que nos haga vulnerables a la manipulación y empecemos, en nuestro entorno directo, por la exigencia de igualdad de trato inversor de nuestra provincia en el ámbito de la Comunidad Valenciana, así como en el Estado Español. Alicante debe denunciar y exigir las explicaciones oportunas para conocer la justificación que lleva al despropósito que, en estos últimos meses, estamos sufriendo. Queremos saber el porqué nuestra provincia queda muy por debajo del resto de la Comunidad Valenciana o de toda España.

    Si ni siquiera somos capaces de exigir esto, mejor nos dedicamos a otra cosa ¡cuanto antes!

    [1] Credit Crunch: http://es.wikipedia.org/wiki/Credit_crunch

    [2] Lobby: http://es.wikipedia.org/wiki/Credit_crunch

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