El alcalde contestano y Murphy
Nadie sabe el motivo de por qué se cumplen la mayoría de las Leyes de Murphy, parece ser una incógnita pero como siempre las cosas le van a uno mal en el peor momento posible.
Al alcalde de Cocentaina parece ser que le ocurre lo mismo, no le salen las cosas, y su verborrea demagógica acaba jugándole malas pasadas, los plenos, las juntas generales de la Radio o cualquier comisión informativa son reflejo de sus excesos verbales, e insultos a determinadas personas componentes de las mismas, el último ejemplo de estos excesos fue la Junta General de la Radio llamando “ hipócrita , cínico….. y otros calificativos de similar calado al Secretario del Consejo, y no es la primera -ni seguro será la última vez que esto ocurra- muestra del calado y porque no decirlo, del poco respeto hacia las personas de la primera autoridad municipal contestana.
“La abeja y la avispa liban las mismas flores, pero no logran la misma miel”, como dice un célebre literato, el alcalde contestano entre otras cosas acostumbra a maniobrar con sus contrarios políticos de manera individualizada, hablándoles de la falta de interlocutores validos y tratando de picar como la avispa allá donde puede, ensalzando en sus comentarios al interlocutor y criticando al ausente, siendo un primer espada en esta materia (hay que reconocerle este merito), además espera que “por aclamación” (si no logra “colocarse”) volver como el salvador a presentarse para una nueva legislatura en el ayuntamiento, rehén de sus propias palabras, no tiene otra salida que la de marcharse.
En la radio local “lo que antes era un ejemplo de gestión, ahora lo es de despilfarro” únicamente por que ya no la dirige, y como muestra un botón no contaba ni con libro de actas, ni presentadas sus cuentas, ni regularizada su situación registral, ni… en definitiva, todo “un ejemplo de gestión”.
En fin, el número de afectados por su verborrea incontrolada va en aumento y como “nadie prueba la profundidad de un rio con ambos pies a la vez”, el alcalde contestano se encuentra frente a sus propias limitaciones, mentiras y exabruptos. Ya está bien Sr. Briet, la democracia entre otras cosas está para debatir ideas y planteamientos, no insultos, por mi parte simplemente decirle, aquí me tiene para debatir cuanto quiera, mientras le remito a las actas del consejo de administración y de las Juntas Generales, bajo mi Presidencia, respondo no sólo de todos mis actos, sino de los del resto de miembros del Consejo, todos ellos y, muy en particular, su Secretario merecen toda mi consideración, respeto y reconocimiento por su profesionalidad y magnífico trabajo. Por lo demás, no pienso participar para nada en esta absurda guerra de insultos en la que Ud. ha convertido la vida municipal, hágase un favor y cumpla con su palabra de una vez y márchese, yo le reconoceré públicamente el gesto y Ud. hará realidad su deseo, si no lo hace así, todos sabremos lo que ya intuimos, es Ud. un gran actor.
