El aborregamiento ante la Agenda 2030
Parece ser que desde un tiempo a esta parte el equipo de gobierno capitaneado por el Sr. Ros, ya ha comenzado su campaña electoral una vez sabido que desea continuar como candidato por el partido socialista; el mismo partido que “desgobierna” España, en manos de Pedro Sánchez, y que retrotrayéndonos en la historia habría que equipararle al faraón de Egipto y las 10 plagas, por las similitudes que están sucediéndose. No hay que olvidar que el Sr. Ros es el máximo representante, en nuestra ciudad, de este nefasto gobernante que preside el Gobierno de España, y como alcalde no deja de ser cómplice y subordinado de esas políticas funestas. En los últimos Plenos, el equipo de gobierno socialista ha aprobado una serie de medidas que, a pesar de revestirlas con papel de regalo, nada tienen que ver con la mejora y calidad de vida de los torrentinos. En este sentido, hacemos nuevamente referencia a la Agenda Urbana de Torrent, heredera de la Agenda 2030, cuyas imposiciones son un chantaje más de las élites globalistas que con la excusa de insuflarnos “ayudas“, como los fondos Next Generation, nos dicen cómo hemos de vivir, lo que debemos de hacer y las costumbres a adoptar. En pocas palabras es un signo más de reconducirnos como corderos a su redil; es un método avanzado de establecer un comunismo moderno. Se nos habla de la implantación de Zonas de Bajas Emisiones en una ciudad con buena calidad de aire. Con dicha excusa quieren colocar cámaras para determinar qué vehículos están autorizados a circular por los barrios del casco antiguo con el pretexto de que no contaminen, lo que probablemente llevará aparejada la sanción correspondiente. Por lo tanto, todo es una burda mentira creada para maniatarnos y conducirnos por una senda en la que no cabe criterio para discrepar.
Ya está bien, señores socialistas, de ser manejados por intereses que nada tienen que ver con nuestra forma de vida. Bájense de la nube de la obediencia ciega con tal de conseguir subvenciones y emplearlas en asuntos inútiles, no beneficiosas para el ciudadano de a pie. Escuchen a los torrentinos y atiendan sus problemas reales.