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Por Jesús Montesinos
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No solo es internet

    Obama se ha reunido con los mandamases de Apple, Facebook y Google y les ha pedido que animen la economía norteamericana. Hace solo diez años lo hubiera hecho con Ford, General Motors y City Bank. Pero ahora internet domina la economía. Pero ojo: para que internet pueda ser un tractor empresarial deben cumplirse unas condiciones ambientales que no se dan en el caso español y mucho menos en la economía valenciana. Nuestra regeneración económica no solo pasa por internet. Pero no pasa nada, porque puede hacerse en combinación con la tradicional economía presencial.

    Aunque Buy Vip (Rodolfo Carpentier) haya conseguido 80 millones de € de Amazón o Privalia sea objetivo de fondos de inversión norteamericanos y holandeses, los éxitos en internet son casos aislados en España. Hay buenas ideas, hay mercado, pero no hay inversores que asuman el riesgo, las infraestructuras tecnológicas son malas y los centros tecnológicos universitarios están atascados (véanse las deficiencias de los parques de I+D de las universidades valencianas). Es el momento de posicionarse para pasado mañana, porque la economía va a ir por ahí, pero no es el negocio para mañana.

    Hay una brecha entre la demanda y la cultura empresarial. En España acaba de proclamarse la Ley Sinde para controlar el mercado de las emisiones de cine, música o libros por internet, mientras en Estados Unidos sale a Bolsa Radio Pandora, una emisora musical a la carta que tiene ochenta millones de suscriptores de pago. Aquí es todavía impensable la suscripción de pago. Por eso son de valorar las iniciativas de muchas empresas valencianas que utilizan la red para ventas presenciales.

    Veamos ejemplos: En La Plana o en la Safor es obvia la crisis de los cítricos. Miles de hectáreas sin cultivar y otras tantas que no vale la pena mantenerlas por los costes. Pues aparece la figura del arrendador que alquila los campos a un precio mínimo, los mantiene, comercializa la fruta por internet y en tiendas y al final del contrato te devuelve los naranjos totalmente recuperados.

    En Sarrión (Teruel) , y pronto en las comarcas del interior de Valencia y Castellón, hay plantaciones industriales de trufa. Ya no vale andar con el perro amaestrado buscando el hongo de los castaños en medio de un bosque. El nuevo modelo de negocio presencial es vallar miles de hectáreas, plantar, cosechar y a los siete años vendes la trufa en Francia a una media de 500 € el kilo. Hay más millonarios en esos pueblos que en poblaciones costeras llenas de urbanizaciones fantasmas.

    O las tiendas de outlet especializadas en segmentos de clientes, que utilizan Facebook para enganchar y luego tienen una atención presencial. En Alcoy Outletdetot ha aprovechado la crisis del textil de la Vall de Albaida, L´Alcoia y otras comarcas cercanas para poner a la venta trajes de novia y productos afines a muy buen precio y con una atención como si fuera la tienda de toda la vida. Hay caravanas de novias desde Alicante y Valencia porque el mismo modelo vale en una tienda de moda más de 2.000 € y allí lo consigues por 700.

    O lo que está pasando en el azulejo. Años se han pasado instituciones y expertos pidiendo fusiones, absorciones y concentración de empresas. Y sin alharacas ha llegado una nueva fórmula. Una buena marca (Porcelanosa, Tau, Pamesa, Aparici) ya no necesita cambiar las matrices todas las semanas. Otras empresas con cadenas de producción sin salida se encargan de fabricar para los primeros en los tamaños y especialidades que exija el mercado. El hambre siempre genera soluciones para todo.

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