La Sanidad Pública es un despilfarro
El informe de FEDEA, sobre el que no guardo desconfianza alguna, detalla que el gasto sanitario de España es un cuarenta por ciento superior al de Bélgica, Reino Unido o Portugal. ¿Por qué a igual servicio gastamos casi el doble? Pues porque aquí nadie se atreve a colgarle el cascabel al gato. Seguimos con el mismo modelo que inventó el franquismo, con algunos añadidos justificados, y nadie se atreve a cuestionar la validez de un sistema que está arruinado por culpa de los despropósitos funcionariales y políticos y por la simple inversión de la pirámide de edad.
Es comentario general la cantidad de medicinas que acumulamos en casa o como con la tarjeta del abuelo se compran la leche del niño. Y eso que ahora la informática ha puesto un poco de orden, pero solo en las medicinas controlables. Pero no hay gobierno que quiera meterle mano al desmadre farmacéutico. Y no todo es culpa de Zapatero, porque este gasto está transferido a las autonomías.
El propio conseller de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Manuel Cervera, reconocía hace unos días que “si no se toman medidas habrá un catacrack” del sistema. ¿Y qué medidas toma Cervera? Ninguna. Solo culpa a Zapatero de que no le transfiere los fondos equivalentes a la población sanitaria. Pero poner orden en la sanidad pública no se atreve ni Cervera ni nadie.
El sistema paga las medicinas por edad y no por situación económica. Y uno puede ir todos los días al médico a preguntarle por un sabañón que paga lo mismo que uno que necesita urgentemente un TAC. Pero no me toque el despilfarro por favor, que es un servicio público.
La gestión de los hospitales no se valora por su eficacia, sino por si son públicos o privados. Solo política y titulares. Hasta Portugal aborda el copago, mientras aquí nos horroriza pedir 25 céntimos por receta a un jubilado que a lo mejor cobra 3.000 € al mes. O externalizar parte de los servicios de un hospital, cuestión que han empezado a hacer con éxito en Catalunya sin que al final nadie sufra un infarto.
Preguntaba Zapatero: ¿Díganme de donde recorto el gasto social? Pues ya tiene un ejemplo. Pero ni Rajoy ni el propio Manuel Cervera se atreven a decirlo. Menudo titular para el día siguiente: “El PP hace pagar las medicinas a los abuelos”.