Quien se mueve sale en la foto

Jesús Montesinos - 19/12/2009

Guardiola se ha reinventado el fútbol y Belén Esteban su cara. Pero sin moverse no hubieran salido en la foto. El Barça estaba acabado y a la Esteban no la miraba ni Jesulín. Pero las empresas y políticos valencianos no se mueven en sentido alguno. Por eso, junto con los datos de caída del PIB y la competitividad de los sectores tradicionales cobra cada vez más fuerza la tesis de que estamos ante un necesario de cambio de ciclo económico y político en la Comunidad Valenciana.

Si la productividad para ser competitivos es un factor determinante para salir de la crisis, reinventarse los negocios y dejar de hacer caso a los políticos son necesidades vitales. Así lo dijo esta semana Francisco Pons (AVE) y también lo dijo el ex ministro Manuel Pimentel en una conferencia ante las empresas del Terciario Avanzado de la Comunidad Valenciana. Pero estamos acartonados

De las sociedades que aparecían hace cinco años en los ranking económicos para el 2010 no quedarán ni la mitad. En los datos registrales de 2008 en veinte sectores económicos valencianos la mitad de los las llamadas empresas líderes entraron en pérdidas o sufrieron caídas en beneficios tan importantes que solo se salvan por el volumen de la deuda que no por el peso de su actividad económica. Para el 2010 el panorama de la empresa tradicional es terrorífico. Basta con mirar el recién publicado Atlas Comercial de la Comunidad Valenciana.

Así ocurrió con la Compañía Levantina de Bebidas Gaseosas S.A., Hansa Urbana, Obinesa o Construcciones Castellón. Hasta Nefinsa (servicios financieros) registró en 2008 y meses del 2009 caídas impensables en sus beneficios antes de impuestos. E igual Marina D´Or, Lladró, Ros Casares, Porcelanosa y otros muchos VIPs de la empresa valenciana.

Y lo peor es que aunque se caen de la foto no aspiran a reinventarse el negocio. En artes gráficas, ediciones, ocio, turismo e información las caídas en beneficios son vertiginosas, pero nadie mueve un dedo. Hasta un -92 por ciento cayó el año pasado la todopoderosa empresa castellonense FACSA. Y de la controvertida empresa de Hijos de Enrique Ortiz (Alicante) ni vale la pena mirar los datos contables (Y encima el TSJ le vuelve a atascar Rabassa). Y eso que cada uno utiliza el Contaplus como sabe y le dejan Hacienda y los bancos.

Casi todos esperan montar un Frankenstein con los restos del diluvio. Por eso AVE, los colegios de economistas y hasta el Banco de España aconsejan reinventarse en vivo y no con cadáveres. AVE plantea en su estudio de 120 folios que dejemos de hacer caso a los políticos. Pimentel decía pasar del Gobierno (los gobiernos), olvidar la construcción, atender al consumido diferido, buscar el dinero en bancos (españoles o extranjeros) que quieran prestarlo para nuevos negocios y ajustar costes para vender más y mejor.

Frente a la caída de las empresas históricas que no quieren reinventarse están apareciendo otras nuevas. En el último informe de InnoCámaras hay como mínimo cinco empresas valencianas que destacan como emergentes. Biopartner (Alcoy), Cárnicas Serrano (Paterna), Gioseppo (Alicante), Micuna (Sollana) o Piel S.A. (Agullent). Es el final y el principio de un ciclo.

La empresa valenciana va a tener que reinventarse. Pero la política tendrá que inventarse porque no pueden pasar las semanas hablando de ellos mismos ( ahora intentan resucitar a Ricardo Costa), del manido asunto del agua y la financiación ante los otros presidentes autonómicos y obviando de la calificación negativa de Moody’s por un déficit público exagerado. Si para eso llegó Rafael Blasco, apañados estamos. Sigue actuando como si el problema fuera el PSPV-PSOE, que si es un problema lo es para ellos mismos.

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