Ya no quedan clases medias a las que castigar

Aprovechando el aniversario de Confucio recurro a una de sus más célebres frases: “se llama error a cometer una equivocación y no corregirla.” Si encima caemos en la autojustificación o la culpación de los demás los errores ya todo es mucho peor que la equivocación original. Y eso lo dicen hasta los jesuitas que introdujeron a Confucio en Occidente. Ese es el mal de las decisiones que no toma o que toma el presidente del Gobierno y su equipo. Cometieron una equivocación el día que no quisieron reconocer la crisis y a partir de ahí todo va en cascada.

Pero encima los comelitones que le juegan a favor o en contra cometen otro error acumulado: las decisiones fiscales no pueden ir en contra de la clase media porque la crisis se ha llevado por delante la clase media. Ahora hay una sociedad mileurista, mejor llamada “low cost”, que aún va a sentirse más apretada por la escalada fiscal. Pero como la clase dirigente de este país es sobre todo ignorante, ni siquiera valoran que la decisión de Zapatero a quien va a dejar en bragas es a lo único que sostiene el Estado: la sociedad civil mileurista.

Hay que leer cien veces a Massimo Gagg y Edoardo Narduzzi en su libro editado en Lengua de Trapo sobre el fin de las clases medias en Europa. Según estos autores la sociedad queda estructurada con el cambio del paradigma en cuatro bloques: una aristocracia de ricos que siguen y seguirán siendo ricos. Una reducida clase llamada tecnológica, que conforman los ejecutivos de alto nivel. La gran masa que antes era la clase media y queda se divide entre los que tiran hacia arriba y los mileuristas. Y luego la base de la pirámide, casi tan numerosa como la anterior, que componen pensionistas, estudiantes, parados, inmigrantes y militares sin graduación .

Con una mínima traslación estadística es evidente que todo el peso de los nuevos impuestos va a recaer sobre esa nueva sociedad mileurista, que tiene ahora la mitad de la capacidad contributiva que tenía hace solo dos años la entonces llamada clase media. Por eso hay provincias españolas en las que se calcula que más de la mitad de la escasa capacidad productiva existente ya se ha pasado a la economía sumergida. ¿De dónde espera sacar Zapatero los 15.000 millones para un gasto social sin justificar? Pues cuando llegue agosto de 2010 verán entonces como tenemos el patio. Pero tranquilos. Zapatero responde claramente a la definición de Confucio sobre el error y los comelitones de la oposición o la patronal no saben valorar el desmembramiento social que vamos a sufrir.