Los parados de Castellón nunca tendrán trabajo

Según las estadísticas oficiales en la provincia de Castellón hay 52.000 parados, de los que, por ahora, solo 14.000 no reciben ayuda alguna. El resto cobran el subsidio de desempleo o entrarán en la beneficencia con los 420 euros que da Zapatero a quienes ni siquiera tienen subsidio. A todos estos hay que sumar los parados que se sumarán a la estadística en los próximos meses y todos aquellos miles (autónomos, inmigrantes sin papeles, etc.) que no constan en los papeles del SERVEF o del ministerio de Trabajo. ¿Qué pasará cuando 60.000 personas/familias estén sin trabajo en Castellón? Ni subsidio, ni beneficencia. Nada de nada.

En este folklore del Plan E, del Plan Confianza y de la economía sumergida nadie quiere plantearse en esta provincia el problema que comporta cuando los 60.000 parados sin ingresos tengan que arrancar la vida cada mañana. Con el mayor problema añadido: en la provincia de Castellón no se genera empleo de tipo alguno y todos esos miles de parados en unos meses no tendrán subsidio, pero tampoco tendrán opción a tener un empleo. Las consecuencias de esa cadena afectará a todo el mundo, por muy protegido que se sienta ahora.

Aunque me acusen de catastrofista la gravedad del problema es que los parados siguen subiendo y no se genera empleo. Coyunturalmente hay una plaza por arreglar o una chapuza por hacer. Pero el tejido económico de esta provincia no genera empleo. Solo paro. Y por supuesto los inmigrantes no se van porque ya son de aquí. Y las empresas no apuestan por nuevos nichos de negocio porque creen que aún saldrá el sol por Mundo Ilusión. ¿Qué pasará?

No lo se. Pero lo más gordo es que nadie quiere plantearse el problema. Miramos las estadísticas del paro, pero no queremos ve las del empleo. Si no se generan puestos de trabajo los parados lo serán para toda la vida, a no ser que emigren a Polonia (dicen que allí hay trabajo para encofradores).

Por eso cuando asisto a mil conferencias y declaraciones políticas hablando del paro me quedo con cara de palo. El crecimiento del paro es imparable con los sectores económicos que han dominado la economía castellonense en los últimos veinte años. Pero como no entremos en la generación de nuevos negocios (negocio solo es una palabra maldita para la Biblia) que generen empleo, aquí habrá que circular con la escopeta entre las piernas.