¡Papa! . Me quiero ir de España
El 20 por ciento de la población española tiene entre 15 y 29 años. Y el treinta por ciento de los parados rondan por los 25 años. Y lo peor es que la gran parte de ese veinte por ciento de la pirámide poblacional o del treinta por ciento de los parados no saben hace nada. No hablan idiomas, no tienes especialidades concretas, no acabaron una carrera y creen que el mundo acaba en la punta de su móvil o en las movidas de Facebook. ¿La competencia china? ¿Qué coño es eso?
En los últimos diez años la codicia que nos ha regido a todos (¡a todos!) obligaba a un joven a dejar estudios, formación, etc., para trabajar en una fábrica, haciendo horas y cobrando 3.000 € al mes. Todo solucionado: coche, un par de cientos para cubatas y tres conciertos en el verano. ¿Para qué estudiar? Y si encima el sistema educativo y/o laboral español premia a los ignorantes no queda muy claro para qué sacrificarse un sábado preparando un examen. ¿Idiomas? Google ya lleva traductor incorporado. ¿Cuántos parados más “fabricará” la UJI en unos años?
Pero ahora ha estallado la cosa y como decía Darwin sobrevivirán quienes mejor se adapten a las nuevas circunstancias. No los más listos o los más fuertes. Los más preparados. Pues resulta que en el resto de la Unión Europea el paro entre 19 y 29 años solo afecta al 14 por ciento de la población y aquí alcanzamos el 30. El propio Gobernador del Banco de España, el socialista Fernández Ordóñez, clama por un cambio en las relaciones laborales que tenga en cuenta este drama generacional.
Por eso los jóvenes quieren irse de España. Aquí no tienen nada que hacer porque ni se genera empleo para ninguna edad ni por supuesto para ellos. Lo peor es que ya me dirán que hacen en Estados Unidos, China o Alemania si no tienen ni idea de inglés, ni de medicina, ni de fontanería. Por eso no me extraña que recuperemos pronto las migraciones decimonónicas hacia Argentina, Chile o México.
No tengo el gusto de conocerte, aunque te he visto algunas veces en verano, en "Les Festes del Grau de Burriana", donde paso los veranos,y me habian hablado de ti. Pero al leerte las columna ahora regularmente, me he convencido de la agudeza de tu ingenio, de la objetividad de tus apreciaciones, y de lo intensamete que sabes vivir y analizar el mundo que te rodea. Veo que eres un hombre de empresa, que ha arriesgado sus propios medios, para ganarse el pan con el sudor de su frente, cosa que no es frecuente en la sociedad que vivimos, y por eso (y por lo que reflejan tus escritos) mereces toda mi admiracion y respeto. En una palabra, eres una persona honesta e inteligente, que no ha necesitado refugiarse en brazos de "Papa Estado", para ejercer su profesión, ni venderse a ninguno de los grupos mediaticos politizados para sobrevivir. Eres inteligente. Aunque eso ya debí deducirlo, cuando decidiste pasar tus veranos en el Grao..., "paraiso de la paz". Espero conocerte algun dia