Inglés para andar por casa
Font de Mora ya dijo en su momento que la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía se impartiría en inglés en la Comunidad Valenciana. Luego la propuesta se diluyó por la sencilla razón que no hay bastantes profesores. Pero no los hay para esa asignatura ni para enseñar solo inglés. En algunos colegios privados llegan a dar asignaturas en inglés, pero para salir del paso. Y es que el inglés que se da en los colegios españoles, sean privados o públicos, y cualquiera que sea la competencia autonómica es para ir a comprar a Harrods. No entienden ni una película de Disney.
Es un inglés para estudiar, para aprobar, para contentar a los pedagogos que hacen el núcleo curricular. Nadie piensa que esos alumnos deben desarrollar la habilidad de estudiar inglés para circular por la vida, por el trabajo. No solo para aprobar. ¿Si no hay bastantes profesores para enseñar ese inglés, cómo van a aprenderlo los alumnos? Lo mismo que pasa con la informática. Saben más los chavales que los profesores.
Pero la misma improvisación aparece a la hora de elegir otras lenguas. Como el chino está de moda pues quieren dar clases de chino. ¿Vamos a ir a vender a China? No. Los chinos son proveedores y competencia. Nosotros tenemos que aprender la lengua de nuestros clientes. Y a cualquiera que le de por tener dos pensamientos seguidos valorará, como ha hecho el Observatorio de Mercados del Instituto de Técnica Cerámica (ITC), que nuestros clientes están en nuestro entorno: inglés y árabe. Pero inglés y árabe para trabajar, para relacionarse con clientes, para vender, no para pasear por Londres o Trípoli. ¿Y eso entra en la lista de ocurrencias políticas del momento?
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