El fútbol, Soler, el 9 de octubre y el declive de la Comunidad Valenciana
Y sin hacer un totum revolutum resulta que todos estos hechos tienen un denominador común. La decadencia de una Comunidad que en otros momentos fue clave en la historia española. Los motivos los obvio porque son suma de muchos errores y hasta de males genéticos. Lo peor es que día tras día las tácticas de la supervivencia enturbien la adopción de un objetivo definitivo que nos permita salir del marasmo de la crisis, que aquí es y será mucho más grave que en el resto de España. ¿Hay alguien dispuesto a pensar en ello en medio de tanto follón?
Dice la prospectiva oficial que en los últimos años la Comunidad Valenciana ha perdido competitividad, es una región con un PIB en declive, persisten los problemas estructurales que quedaron ocultos bajo la bonanza y ya no pinta nada como región innovadora que lo fue en mil sectores.
Pero al mismo tiempo llega un 9 de octubre con los políticos sumidos en un marasmo de desprestigio entre Gürtel, Benidorm y avatares varios. Y lo que es peor: los cuatro equipos punteros de la Comunidad están por venderse a terceros, ser abandonados a su suerte y como mínimo rezar para no bajar de categoría. Y no es casualidad.
El Valencia CF solo ha ganado un partido y societariamente es un circo entre uruguayos y la vieja guardia de aficionados. El Villarreal puede quedarse sin Fernando Roig como siga el último de la fila y corra el riesgo de caer a Segunda. El Castellón se vende a otros (propietarios de varios equipos ) que lo único que quieren es revalorizar las fichas de los jugadores, pues a ello se dedican. Lo que pase con el equipo se las trae al pairo. Y el Hércules de Enrique Oriz anda abroncado con sus jugadores y con el ayuntamiento porque ya no puede hacer el negocio de revalorizar el viejo estadio Rico Pérez, qaue para eso está en el fútbol.
A eso le suman que Soler va a presentar un concurso de acreedores cuando hace solo quince días aspiraba a controlar el fútbol mundial y que la CAM sufre la provocación de Caja Murcia para un fuerte noviazgo, y con todo esto y mucho más tendrán un interrogante encima de la mesa para celebrar la mocadorá. A lo mejor solo hay que preguntarse eso tan simple de de dónde venimos y a dónde vamos en esta crisis que va a darle la vuelta a la tortilla.