Corruptos, corruptelas, chorizos y pícaros
Vale que le metan mano a los Gurtel, a los Santa Coloma, a Mercasevilla y hasta la presidenta del parlamento balear. Al trullo con ellos si son culpables. Y que devuelvan todo lo robado. ¿Pero quién le mete mano a la derivación de los rescates financieros hacia el ciudadano de a pie? En Estados Unidos ya han hecho una ley para que la propia banca asuma los costes de esos rescates? Aquí se les permite incrementar las comisiones o el Gobierno recupera una parte del rescate vía impuestos.
¿Quién le mete mano al dispendio en farmacia? Solo que médicos, pacientes y el sistema sanitario en pleno fueran más serios con el dinero de la sanidad pública dejaríamos de gastar docenas de millones en productos farmacéuticos innecesarios. ¿Eso son chorizadas, picardías o la inmoralidad con la cosa pública que hay instalada en nuestra sociedad?
¿Cuántos cuestan los bolígrafos que se llevan a casa los millones de funcionarios? ¿Y los folios? ¿Cuánto vale en horas perdidas el cigarrito a la puerta de la fábrica? ¿Dónde están las sábanas que se pierden en los hospitales públicos españoles? Como el Lazarillo, yo callo y cojo dos uvas porque que el de al lado igual se lleva tres.
La democracia es el único sistema que se auto depura de vez en cuando. Pero las corruptelas, las picardías y la inmoralidad están asentadas en nuestra sociedad hasta en los gramos que le faltan al paquete de pipas. Y si no acometemos esa regeneración siempre habrá un alcalde en Santa Coloma, una hija de un presidente autonómico o un político bien trajeado que se creen con derecho a llevarse las tres uvas.