La productividad en la política
En la actualidad se está debatiendo sobre la baja productividad que hay en España, pero solo de la clase obrera, se habla de disminuir los salarios, beneficios y horas de trabajo para ser un país competitivo.
Pues bien hasta aquí podríamos estar más o menos de acuerdo. La duda que tenemos los ciudadanos es si los políticos también deberían entrar en este control de productividad y si saben emplear su tiempo y marcar prioridades para lograr el máximo beneficio para los ciudadanos como cualquier hijo de vecino.
En la actualidad solo estamos viendo políticos dedicados a comisiones y más comisiones de trabajo, a escuchar el rollo de la oposición, a dormirse en las sesiones, a perder impunemente su tiempo y debatir en programas de televisión y radio. Siempre son los mismos y una vez los hemos oído se repiten al igual que el ajo.
Cualquier trabajador de este país que no cumpla con sus obligaciones, que se duerma en su puesto de trabajo o acumule faltas injustificadas de asistencia, está condenado irremediablemente al despido fulminante, a excepción de que trabaje como senador o diputado.
De la misma forma que se quiere que aumente la productividad en la clase obrera, también se le debería exigir a los políticos un sistema de control sobre sus actuaciones productivas. Un ejemplo podría ser el siguiente:
Hasta que el paro no se situé en el 15% los políticos no cobraran las pagas extras, ni por asistencia a los plenos, si al terminar la legislatura no han conseguido los objetivos que propusieron para ser elegidos pasaran automáticamente al paro, con las mismas condiciones que tienen en la clase obrera y se nombraran nuevos políticos(listas abiertas) que estén dispuestos a cumplir con los objetivos necesarios que necesite el país.
En la actualidad estamos en una situación límite y los gobiernos que tenemos sean del color que sean, están permitiendo la pérdida de derechos de la clase obrera, aún no hemos visto a un solo político que haya renunciado a su cargo como una medida de protesta y presión ante este descalabro social que estamos viviendo y se posicione claramente al lado de los parados y de los que nada tienen.
El día que los políticos amen más a su comunidad que al dinero, que aprendan a trabajar aplicando la productividad a su tarea, el día que consideren más importante la justicia social y defiendan los derechos humanos, no con la boca chica sino por convencimiento, y todo ello sea más importante que su propio puesto de trabajo y que los intereses de su partido, daremos un gran paso en nuestro país, mientras esto no ocurra los políticos serán vistos como “enemigos” de los ciudadanos que solo quieren mantener su estatus social y económico a base de impuestos.
Si la productividad viiniera marcada sobre los objetivos podriamos tener ahi un control pero a los que la tuvieran muy baja habria que echarles o darles un castigo ejemplar. Los objetivos de un alcalde podrían sdr los que se ha fijado en su progrma electoral. Los objetivos del presidetne del gobierno lo mismo. ¡Madre de Dios! !Si se los han pasado por el forro¡ ... y eso que se los marcaron ellos mismos.