Los columnistas

Generalmente hablamos de política y criticamos a los políticos con más o menos acierto, muchas veces nos ensañamos con ellos como si se tratara de una especie diferente a los ciudadanos.

Normalmente las columnas de opinión dentro de los periódicos no suelen ser información, muchas veces es la expresion deformada de una realidad influida por las vivencias y cultura de cada columnista y también un genero literario.

Los que escribimos en las columnas no somos jueces ni dictamos sentencias basadas en cuestiones inapelables. Sólo somos opinadores observadores de la realidad de la que aportamos nuestra opinión, mediatizados por nuestras filias y fobias.

Lo que sí es cierto es que el columnista de opinión puede permitirse ajustes de cuentas impropios para los periodistas que hacen información, por eso un columnista puede ser arbitrario, no ser imparcial, entre otras cosas porque no creo en la imparcialidad.

Aunque las columnas periodísticas suelen tener la pretensión de crear opinión, cada vez más, tengo la sensación que el columnista, sólo es eficaz y socialmente útil, cuando deja una memoria fugaz, una leve huella en la conciencia del lector y una manera no sectaria de subrayar la realidad. Somos un colectivo que nos gusta hablar, escuchar y escribir.

Muchas veces con nuestra opinión pretendemos denunciar anomalías que están a la orden del día y al mismo tiempo sensibilizar a los lectores de diferentes formas de interpretar la situaciones que van surgiendo en la vida, siempre desde nuestro punto de vista.

Todos esperamos con nuestros escritos hacer que los que nos lean puedan entender que hay diferentes puntos de vista para opinar e interpretar. Sólo espero que nosotros con las respuestas que nos dan, tengamos la capacidad recíproca de los que opinan sobre nuestros escritos.