Un día de amo de casa
Hoy me indica mi mujer que se va de compras sobre las 5 de la tarde y que me deja encargado del lavavajillas, lavadora, secadora y horno, también me dice que volverá a las 8 y “lo que tienes en el horno solo hay que ponerlo a 130 grados 30 minutos y es para cenar”. Yo le comento “tú tranquila, todo controlado, cuando vuelvas tendrás preparada una buena cena”.
También me comenta que no ponga todo en marcha ya que el contador no aguantaría tanta potencia y podrían saltar los fusibles y hasta provocar un incendio. No será para tanto, le contesté.
Bueno, me dio un beso y me dijo “hasta las 8, cariño”, me froté las manos y fui a la nevera, me saqué una cerveza fresquita y puse la tele en marcha, pues daban un partido de fútbol. Estaba tranquilamente sentado y suena el teléfono, una compañía que quería realizar una oferta sobre telefonía móvil, después de 10 minutos logré terminar la conversación y quedamos para dentro de un año, ya que tengo permanencia.
Ya eran las cinco y media y todavía no había puesto en marcha el lavavajillas, pues bien, me dirijo hacia el aparato, pulso iniciar y aparece una luz roja, ¡hostia! ya empezamos, voy a buscar el libro de instrucciones y después de 20 minutos puedo saber lo que pasa, falta sal.
Venga a buscar la sal, no la encuentro y llamo por el móvil a mi mujer, conecto con ella y le comunico lo de la sal, me dice que está en el cajón de abajo del fregadero, pero que no me preocupe, puede ponerse en marcha sin ningún problema.
Aprieto el botón y marca 143 minutos, vale, esperemos que baje y pueda poner en marcha otro electrodoméstico. Me dirijo a buscar la cerveza que tenía en la mesita y suena el timbre de la puerta
Una vecina que me dice si sé quién es el presidente de la escalera, ya que los de Ono vienen a instalar una red para los vecinos, le comento que el presidente es el del 3º 1ª.
Bueno, me acerco para terminar la cerveza y suena el teléfono, es mi mujer que me pregunta si está todo controlado, le comento que tranquila, que cuando regrese tendrá la cena preparada y con un buen vino fresquito y un par de velas.
Me acerco a la lavadora y cuando estaba colocando la ropa de color, suena el timbre de la puerta, es la vecina de nuevo.
Me comenta que no está la presidenta y si tengo las llaves del terrado, le comento que seguramente que sí, ya que vivo en el ático, miro en los cajones y las encuentro, se las doy, le comento que cuando terminen me las devuelva.
Me dirijo hacia la lavadora, la lleno de ropa y la pongo en marcha. Me acerco hacia la mesita para terminar la cerveza y vuelve a sonar el timbre de la puerta. La vecina me comunica que los de Ono se han quedado encerrados en el ascensor. ¡Hostia! No salgo de una que me meto en otra, busco el numero de teléfono de la compañía de ascensores y les llamo urgente para vengan a sacar al personal. Ya habían pasado 2 horas y solo me quedaba una hora para que mi mujer regresara. Pues nada, me fui a la lavadora, saqué la ropa y la puse en la secadora y la volví a llenar de ropa blanca
Ya tenía el lavavajillas, lavadora y secadora en marcha, solo me quedaba media hora y sin dudar le metí al horno marcha y en aquel momento empezó a salir humo de la instalación, salí corriendo a la escalera y cogí el extintor para sofocar el fuego y abrí las ventanas para que los humos salieran al exterior, me senté y terminé la cerveza que había destapado ya hacía más de 2 horas y cuando estaba bebiendo apareció mi mujer, me miro y me dijo ¿qué es este humo? ¿Qué estás celebrando? No te puedo dejar encargado de nada.
Supongo que todo esto tendrá una sencilla explicación. La miré a los ojos, bajé la vista y le dije “si te digo lo que ha pasado no te lo vas a creer”, a lo cual ella me contesto “inténtalo, seré comprensiva”. El resto ya se lo pueden imaginar.
Está claro que necesitas un curso de amo de casa o volver a lavar los platos a mano, no enchufar la tele, no estar pendiente del telefono o desactivarlo y dejar de beber cervezas a la espera de que suene el timbre de la puerta ¿en agoso?