Muy mala suerte
La verdad que los españoles hemos tenido muy mala suerte en que nos gobierne Zapatero y en que en las primarias que hizo el PSOE para nombrar Secretario General del partido le eligieran por cinco votos de diferencia frente a su rival.
Las políticas de este Gobierno han elevado la deuda a 30.000 euros por contribuyente, triplicando la última del gobierno del PP. Por si no fuera poco, el Gobierno prevé endeudarse este año por 221.000 millones más, lo que eleva la deuda pública en circulación a 500.000 millones de euros.
La política de gasto masivo de estos dos últimos años (Plan E, concesiones a los partidos minoritarios, incremento de altos cargos,…) se ha hecho a costa de endeudar a los españoles habiendo presentado unos Presupuestos Generales del Estado basados en el despilfarro y que el PP así puso de manifiesto y votó en contra. A las actas del Congreso y del Senado me remito.
Y, por poner un ejemplo, esta mala política también ha afectado a Comunidades Autónomas y municipios. Por ello, la Generalitat Valenciana se ha volcado en grandes inversiones en los municipios y Diputaciones de nuestra Comunidad en un esfuerzo repetido y consolidado como se desprende de las cifras presupuestarias de los últimos años. Desde 2004 a 2008 ha invertido en los ayuntamientos y corporaciones locales de la Comunitat 8.990 millones de euros, lo que representa una media de 1.794 millones anuales. Según cifras de 2008, no menos de 300 millones de euros a gasto corriente a través de determinadas subvenciones para el desarrollo de distintas actividades. Y, en 2009 se incrementó en un 21% la media de los últimos 4 años, destinándose 2.178 millones de euros a la mejora de las infraestructuras y servicios de los Ayuntamientos. Además, el Plan Confianza ha dotado a los municipios en 1.020 millones de euros y, el Plan de Mejora de Municipios de la Comunitat Valenciana, en 100 millones más.
Por su parte, el Gobierno Zapatero, sin previo aviso, -aunque si con las corrección de errores posterior a las que nos tiene acostumbrados-, impide a los Ayuntamientos pedir créditos hasta 2012, trasladando ante la opinión pública la idea de que los Ayuntamientos son los responsable de la situación económica cuando en realidad el déficit de la Administración Local asciende 0,5%, frente al 2,2% de las Comunidades Autónomas y el 9,5% de las Administración General del Estado, según datos de 2009; y un 0,2 %, frente a un 1,1% y un 1,9% según los objetivos de 2013. En fin, los números hablan por sí solos.
Esto nos trae a la memoria aquél amigo de Apeles -uno de los más queridos y afamados pintores de la Edad Antigua- que le preguntó por qué por una vez había pintado sentada a la diosa Fortuna, contestándole que la había pintado así para que al menos por una vez permaneciera quieta. En nuestro caso, el Presidente del Gobierno hubiera servido de buen modelo de desafortunadas decisiones. Suerte, no hemos tenido.
Madre mia, menudo panfleto jojojojo