Petición fundamentada

Hace aproximadamente ocho años, decidí arrancar los naranjos de dos hanegadas de tierra, a pesar de encontrarse muy cerca de mi domicilio, y ello por cuanto, después de una “injertada” mal aconsejada, los naranjos, o se morían de “tristeza”, o nadie quería la producción, por lo que decidí, al no dedicarme a la agricultura, arrancar los naranjos y dejar la tierra yerma.

Durante este tiempo fueron escasas las visitas a este campo, pero hace unos días se me ocurrió pasar por allí, y al darme cuenta que los “yerbajos” crecían de forma indiscriminada, decidí hablar con un buen amigo para que, con una de sus máquinas, efectuara la limpieza del terreno. Que conste que nadie me lo había exigido.

Hoy he comprobado lo fácil que resulta adecentar un terreno que, aunque yermo, no se merece tener “la cara sucia”.

Y justamente hoy, después de deleitarme viendo lo limpio que ha quedado este pequeño campo, he leído el artículo de mi buen amigo Santiago Ríos, y desde esta columna que me brinda elperiodic.com, quiero referirme a la limpieza de calles, caminos rurales, solares y campos de “naranjos” totalmente  abandonados.

Me parece “cojonuda” la propuesta de mi amigo Santiago, pero le pregunto… ¡Santiago!… ¿Pueden desde el Ayuntamiento actuar de forma “tajante”, incluso contra tu vecina/o de la Alquería de Llombai? Creo que algún Regidor se vería inmerso en un procedimiento judicial, por haberse atrevido a “limpiarle la mierda” a la propietaria o propietario del terreno que colinda con el de tu conyuge, pues hoy, por menos de un “quítame esta paja”, los políticos se ven inmersos en procedimientos judiciales en los que deberían verse también, aquellos que los promueven, pues… ¿Quien no ha aceptado en alguna ocasión el que un buen amigo pague la “ronda”? Si esta “ronda” la pagamos al regidor de Urbanismo de nuestra Ciudad, porque lo consideramos un buen amigo, podría la oposición argumentar que ha sido  a cambio de “algún favor”, como por ejemplo, que me deje  pintar la fachada de mi casa, sin pedir permiso al Ayuntamiento y luego, el Regidor,  ¡Al Juzgado!

¿Y a que viene todo esto? Pues tan simple como a que bastante tienen que moverse los Regidores para controlar, ya no a los que manejan la azada, sino a los que tienen la obligación de que ésta se mueva con diligencia, e incluso a aquellas empresas que, cobrando por el trabajo que se les adjudicó al ganarlo con su “plica”, tienen la obligación de mantener “limpia la Ciudad” y no lo hacen.

Yo, por activa y por pasiva, he puesto en conocimiento del Ayuntamiento aquello que pasa en la acera de mi vivienda habitual, pero… ¡Ni por esas! Y por ello, dedicándoselo a mi buen amigo Santiago Ríos, traslado, en este comentario, el escrito y foto que he decido presentar en nuestro Ayuntamiento, aunque eso sí, con riesgo de que el tal ¡Soroll!, (¡Sí! El que me dijo aquello de…¡Entre tu i el del Barranquet, estem arreglats!)  me lo eche en cara, aunque espero que en esta ocasión acepte, como buen Burrianero,  ¡Si es que lo es!, mis comentarios  a modo de esbargiment.

Esta es la foto y la petición al Ayuntamiento

Petición fundamentada