¡Justicia!

El otro día, leyendo todas las noticias y comentarios del tema de la condonación de los importes por servicios de grúa realizados por infracciones de tráfico, me hacía la siguiente pregunta: ¿Qué es Justicia? Por todo lo que leí, llegué a la conclusión que Justicia es presentar ante un Juez un papelito hecho por mí mismo, en el que se diga que Pepe me debe 5.000 Euros y pretender que el Juez condene a Pepe a que me los devuelva ¡Ah!, y con intereses incluidos.

No quiero que se confundan mis comentarios y por ello, voy a relatar tres hechos reales para que nadie pueda tacharme de “partidista”, aunque creo que, aun así, alguien me pondrá “verde”, aunque si es así, a quien lo haga, le mandaré el cuento de la ranita sorda.

Hace unos días, en el desempeño de mi trabajo, atendí a un cliente y buen amigo que me entregaba un papelito que le habían dejado en el parabrisas de su vehículo, en el que se “identificaba” a otro que, según lo que allí rezaba, le había causado unos daños importantes. Quise entender en aquel momento, que el comentario que me hacía mi amigo, lo era simplemente para autoconvencerse de que así podría resarcirse del importe de los daños que le habían ocasionado, pues con toda seriedad me dijo: “Me han dicho que este papelito es prueba más que suficiente para que el dueño del vehículo que aquí se identifica me pague los daños que me han sido causados”.

La nota no llevaba ningún dato de quien la dejó, y por tal motivo era más bien una nota “fantasma”, que podía ser verdad; mentira, o incluso una broma de mal gusto.

Como disponía del modelo de vehículo, así como de su matrícula, solicité datos a Tráfico. Cuando se me facilitaron estos datos, coincidía la marca pero no así el modelo que se hacía constar en la nota escrita que le dejaron en el parabrisas. Además, la empresa propietaria era de Cataluña y, para mayor “inri”, se trataba de una empresa de alquiler de vehículos sin conductor, o sea, “se daban  todas las condiciones óptimas” para justificar, ante un Juez, que el vehículo descrito en la “nota fantasma” era el que le había ocasionado los daños a mi amigo. Pero ¡ojo! como la nota que lo identificaba existe, hay que agotar todos los medios de reclamación a nuestro alcance, aunque el resultado final no sea todo lo satisfactorio que desearía mi amigo.

Otro caso que todos conocemos, es el del señor camionero que estuvo a punto de ser “linchado” a la entrada del Palacio de Justicia de Castellón, por cuanto se aseguraba, por todos los medios de información y por la propia investigación llevada a cabo, que era él quien se había “cargado” a las “chicas” que aparecieron muertas en el Camino de la Pedrera de Vora Riu. ¿Error? O más bien precipitación en la investigación. Todos conocemos que a este pobre hombre tuvieron que ponerlo en libertad por cuanto nada había tenido que ver con aquellas muertes. ¡Lamentable!

Hace unos días fui yo mismo quien sufrió un desliz, pues al intentar abrir mi vehículo con el mando a distancia no podía conseguirlo y, pensando que alguna radiación se producía en las inmediaciones, que me impedía activar la apertura con el mando, llegué a poner la llave en la cerradura, pero, ni aun así conseguía  que se abriera el vehículo. Ante tal situación se me ocurrió mirar la matrícula y aunque el vehículo era idéntico al mío, resultó que no lo era. Juro que, en ese momento, me cayó el mundo encima, e incluso me asusté al pensar lo que hubiese pasado si me “pilla” el dueño intentando abrir su vehículo.

Después de leer todos los comentarios del caso Isach, me asusta pensar lo que hubiese ocurrido si, tanto el propietario del vehículo que yo intentaba abrir, como un servidor, hubiésemos sido concejales  de este Ayuntamiento, y cada uno de un partido distinto. ¡Joder! A estas horas me vería metido, como “presunto”, en un PA (Procedimiento Abreviado) por un delito de Robo, aunque eso sí, “no a mano armada”, por cuanto ya, a mis años, ni la mano, ni… ¡Bueno! Dejémoslo  sólo con la mano.

¡Señores! Después de todo, en el caso de las presuntas condonaciones por los servicios de grúa realizados por infracciones de tráfico, deberá ser quien dispone de las pruebas, el que presente la denuncia ante el órgano que corresponda, dejando que se lleven a cabo las diligencias pertinentes,  y al Sr. Isach, como es de ley, denle la oportunidad de que pueda defenderse, no lo “linchen”, como al pobre camionero, antes que las pruebas confirmen que lo hizo mal y, de confirmarse las condonaciones, que se depuren responsabilidades, incluso ingresando, en las arcas Municipales, los importes condonados indebidamente, aunque de no confirmarse los hechos y salir absuelto de los mismos, ¡Que lo paguen todos aquellos que lo han condenado previamente!

Si por el contrario, quien debe resolver desde el Ayuntamiento, no se pronuncia y, aun existiendo pruebas fehacientes, se las pasa por el “forro” ¡Al Juzgado! Que para eso está la Justicia, pero no condenemos a nadie sin darle la oportunidad de defenderse en el procedimiento que corresponda., creo que es lo más lógico, aunque me doy cuenta que no en política.