Ni se vende ni se alquila nada
Para saber si una ciudad está en auge o en declive solo hay que darse un paseo por ella y mirar si los bajos comerciales están llenos de eso... de comercios o si, sin embargo, están cerrados con un letrero que ponga “se vende” o “se alquila”.
Los últimos cuatro años, en mi ciudad, en Onda, han proliferado los carteles de venta o alquiler que ponen las inmobiliarias para intentar vender el producto. Ahí siguen días, semanas, meses o años estos letreros sin que nadie manifieste el más mínimo interés.
Y no es que estos locales comerciales se encuentren en malas ubicaciones, ni mucho menos. Están en el puro centro.
Le dábamos vueltas al problema los amigos, mientras nos comíamos la mona, y unos decían que la culpa la tienen los grandes centros comerciales de Castelló y Valencia. Pero no será por el transporte público que es claramente insuficiente. O también eso mismo podría pasar en Vila-real que está más cerca y tiene tren y, pese a ello, tiene una vida comercial envidiable.
Otro de mis amigos dijo que, tal vez, sea porque Onda ya no es un pueblo tan rico como lo era antes. Pero tampoco debe ser eso, porque la renta media per capita es casi igual que la de Vila-real, la de Castelló o l’Alcora (datos de 2019)
Entonces, ¿qué es lo que pasa? Pues la solución está en el urbanismo, la peotanalización, la creación de ambientes agradables, las aceras anchas para que los peatones puedan circular, plantar árboles, iluminar las calles para hacerlas atractivas. Invertir en la ciudad.
Mientras tanto en Onda en el centro y en el ensanche no se ha hecho nada. Y cuando se ha hecho, como fue en las plazas, se hizo mal. Por eso todo se vende y se alquila. Por eso nada se vende ni se alquila.