La última de la fila
Habrá oído usted que la Comunitat Valenciana es la peor financiada de España. La última de la fila. Eso quiere decir que el sistema de reparto no está siendo demasiado equitativo que digamos.
Estoy de acuerdo que existen comunidades autónomas que, por ser más pobres, deben ser objeto de ayuda. Sin embargo, algo falla en el sistema. La forma de reparto es por territorios y no por la población que tienen. Y aquí surge el problema: las comunidades despobladas deberían recibir más financiación que las más pobladas para intentar superar la situación de despoblamiento.
Pero que las mejor financiadas sean Cantabria, La Rioja y Baleares me hacen un quiebro en mi razonamiento. La discriminación presupuestaria que sufrimos los valencianos supone que este año cada valenciano recibirá 215 euros menos que la media estatal y 703 menos que un cántabro.
Es decir, si somos 5 millones de valencianos la cosa ya coge entidad porque para estar dentro de la media deberíamos recibir 1.075 millones de euros que no vamos a recibir (en pesetas 179.000 millones, por si acaso no controla usted el euro todavía). Con ese dinero se puede hacer mucho corredor mediterráneo, colegios y centros de salud en un solo año
Es justo que los valencianos exijamos no quedarnos en la cola del vagón de España, porque, si sigue así, empezarán a surgir nacionalismos extremos y ya hemos visto como ha acabado Cataluña que, por cierto, esta mejor financiada que la media, a la par que Madrid.
Sin embargo, País Vasco y Navarra ni salen en el ranking. Si es así yo también quiero un régimen foral de financiación. Será mucho más cómodo para nosotros.