La Teoría del Mil Dos-cents
Mi padre hacía un juego de palabras muy gracioso en valenciano que recogía toda la filosofía que existe en el mundo ahora y, sobre todo, en el mundo de la vivienda. Era la Teoría del Mil Dos-cents (fonéticamente “La teoria del mil dos sents”, del verbo valenciano “sentir” escuchar) y que se fundamentaba en “sis-cents a u i sis-cents a un altre”. Es decir, seiscientos a uno y seiscientos a otro (600+600=1.200). Pero que fonéticamente suena a “si sents a u i si sents a un altre” (si escuchas a uno o escuchas a otro). Y es que la vida es así. Todo depende del momento y de a quien escuchas.
Durante la gravísima crisis económico-financiera de los años 2008-2015 los desahucios fueron un gravísimo problema para miles de ciudadanos que no podían pagar sus hipotecas o sus alquileres. Y la administración no podía asegurarles una vivienda digna y en condiciones. La reacción contra los desahucios tenía una justificación absoluta: ¡Desahucios, no!
Habiendo salido de aquella crisis, y con los instrumentos para dificultar los desahucios aun en marcha. Estamos en otro tiempo económico y el problema se da la vuelta. Porque no poder desahuciar a quien no te paga el alquiler puede ser un drama para muchos pequeños propietarios que, por miedo, se resisten a alquilar y se van al mundo de los pisos turísticos que es más sencillo, lucrativo y no necesita desahucios.
En resumen, si escuchas (600) a los inquilinos, tienen razón. Y si escuchas (600) a los propietarios también. De los “okupas” profesionales hablaremos la semana que viene.