Tarde y mal
Pero tarde y mal, nuestros dirigentes autonómicos y provinciales (que no me leen, evidentemente) han caído ahora en la cuenta de todas estas ventajas que tenemos frente a la mesetaria y fría Madrid y la mediterránea pero con aeropuerto próximo, Barcelona. Somos más competitivos, pero tenemos unos dirigentes en estado catatónico por la Crisis y por la comodidad de sus mullidos sillones institucionales.
Quien quiere peces tiene que mojarse el culo. Presentarse ante quienes tienen el poder de decisión e inversión y hacer una propuesta seria, motivada y atractiva a la inversión. Porque esperar a que pase el tren por delante de casa, a los valencianos jamás nos ha funcionado.
Otra cosa son las valoraciones morales anejas a esta propuesta. Pero para eso ya está el Obispo de Segorbe-Castellón, nuestro obispo Casimiro, que ha criticado fuertemente esta ciudad del juego y los efectos que puede producir sobre todos los potenciales ludópatas. Pero olvida, extrañamente, que la Ciudad del Pecado en América lleva implícita la prostitución. Aunque aquí en Castellón ya estamos acostumbrados a ver grandes vallas publicitarias ofreciendo magníficos Show girls con final feliz y nadie dice nada. Ni el señor obispo.