Reformando Castellón
Desde que en los primeros años del gobierno de Zaplana se empezaron a erradicar las Oficinas de Rehabilitación que la Generalitat tenía en los municipios más grandes de nuestra provincia, pese han que ha habido innumerables Planes de Vivienda y Rehabilitación, lo cierto es que la reforma y la rehabilitación, junto con la vivienda de protección pública han sido ninguneadas.
Era más fácil y lucrativo promocionar enormes PAI’s y construir vivienda nueva y olvidarse de la vivienda existente. O, al menos, no hacerle demasiado caso. Si un vecino quería obtener alguna subvención para rehabilitar algún elemento de su casa tenía que pasar un verdadero Vía Crucis burocrático hasta recibir la subvención. Otra cosa era cobrarla. La morosa Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Vivienda o como se llamara a lo largo de todos estos años no es la que se puede considerar la más rápida pagando a quienes se metían en el lio de la reforma o rehabilitación subvencionada.
Ahora, con las rebajas electorales parece que ya se han dado cuenta que: o rehabilitamos nuestras casas, o nuestro patrimonio inmobiliario existente y no especulativo se nos cae a pedazos. Y para ello es necesario algo más que aquellas Oficinas de Rehabilitación de la época Lerma, hechas desaparecer por nuestros amiguitos del alma. Es necesario constituir una Dirección General de rehabilitación del patrimonio inmobiliario que sea proactiva y ayude al ciudadano a solicitar las ayudas, gestionarlas. Y a preparar a todos los agentes que intervienen en el proceso burocrático de obtención de ayudas para que el ciudadano no se ahogue en el papeleo.