El periodo de retorno
Una de las cosas que más fastidio nos da a los que trabajamos en esto del urbanismo es que nos pidan para cualquier proyecto un Estudio de Inundabilidad. Porque el problema no es el estudio en sí sino lo que tarda en informarse y aprobarse por la administración autonómica.
Y, es que, aunque los funcionarios que se encargan de informar son y han sido los más preparados para evaluar si una zona es realmente inundable y qué medidas correctoras hay que adoptar, lo cierto es que su tiempo es finito y no pueden dar para más ni más rápido.
Posiblemente, después de la Dana de la Vega Baja en septiembre de 2019 y esta Dana de Valencia, sólo cinco años después, deberíamos replantearnos muchas cosas.
La construcción de un equipo mucho mayor de funcionarios evaluadores de los estudios de viabilidad de los proyectos frente a las inundaciones, coordinado con los servicios de emergencias.
Ya disponemos del PATRICOVA, una de las herramientas más detalladas e importantes para determinar qué zonas deben ser destinadas a usos poco más que agrícolas, porque en un momento u otro se inundarán.
Allí se recoge, el “período de retorno” es un concepto estadístico que, en hidrología, recoge sucesos que suelen ocurrir cada 100 o 500 años. Pues bien, en la Comunitat Valenciana ya se están dando cada 5 años y acompañadas con cientos de dramas personales. Recordemos los 6 muertos y los miles de evacuados de Orihuela y comarca, que ahora parecen macabramente pocos.
Los impuestos también sirven para crear instrumentos que nos adviertan con rapidez de lo que nos podrá pasar.
