Una nueva generación política
España necesita una nueva generación de políticos. En estos tiempos, en los que los ciudadanos exigimos saber de dónde han sacado sus patrimonios e ingresos nuestros dirigentes políticos, sería bueno pedirles un mayor esfuerzo. Junto a la necesaria declaración de bienes que debería ser publicada de forma transparente, a mí, como ciudadano me gustaría saber también la vida laboral de mis dirigentes. Más que nada para poder distinguir a aquellos profesionales que, con su trabajo y su esfuerzo, han sido capaces de forjar un patrimonio, de aquellos zánganos y zánganas que se han dedicado toda su vida a la política. Medrando al amparo de una estructura de partido que los beneficiaba.
Ello ayudaría mucho al ciudadano a distinguir entre el sinvergüenza que ha acumulado bienes y poder con cargo a nuestros impuestos, de aquel profesional que ha optado por hacer política a la vista del desastre al que nos han llevado los profesionales de la política.
No es lo mismo ser un “profesional de la política” que un “profesional en la política”. Y eso el ciudadano es capaz de distinguirlo con mucha facilidad.
Seguro que en el momento en que nos enseñen las vergüenzas saldrá la escusa perfecta: Es que lo he heredado. Siempre suele ser un argumento muy socorrida, y el algunos casos, en Vall d’Alba por ejemplo, incluso es cierto. Por ello, puestos a hacer un “striptease” ante la ciudadanía, el político debería explicitar de quién y cuanto se ha heredado. Y que todo ello pasara por la validación de la Agencia Tributaria. Un simple certificado de esta nos dejaría más tranquilos a todos.
No está lejos el día en que los votantes querrán saber realmente a quien votan. Y distinguirán a quienes se sirven de la política de quienes pretenden servir a la sociedad.