Next Generation = Nueva generación
Que la escasez de vivienda en el mercado inmobiliario, tanto para la venta como sobre todo para el alquiler, es un problemón del quince es algo que se sabe desde hace mucho y sufren nuestros jóvenes de entre 25 y 35 años todos los días cuando van a casa de sus padres a dormir, comer y que les laven la ropa.
Que hay viviendas vacías a montones, también es del todo conocido. Y que los bancos no van a soltar un céntimo en hipotecas hasta que se hayan deshecho de todas las basuras que tienen en stock de la crisis inmobiliaria pasada también es un hecho.
Entonces ¿Qué podemos hacer? Pues usted y yo poca cosa, pero la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos (estos mucho más) pueden solucionar el problema si quieren.
Sin embargo, esto no da votos. Dan más votos los macroconciertos, los toros a tutiplén y la fiesta y jolgorio en general. Tal vez por eso el problema de la vivienda es algo secundario y poco interesante para nuestros dirigentes.
Pero la fiesta y trabajar tampoco son incompatibles. Podemos ir a ver a Alejandro Sanz y que el ayuntamiento impulse políticas de vivienda para el alquiler con eso que llaman participación público-privada. Es decir, leyendo la ley, con suelo público y dinero privado se pueden hacer maravillas para mitigar la necesidad de vivienda y que nuestros hijos puedan iniciar una vida autónoma o independiente, aunque ya sean talluditos.
Si los bancos no quieren financiar, tampoco hay problema. Para eso está el Instituto Financiero Valenciano (IVF) y los fondos Next Generation que nos los dieron precisamente para eso.
Será un verdadero pecado mortal devolver un solo céntimo a la Unión Europea. Y nuestros ayuntamientos deberán abrir oficinas en el infierno casi todos.
