Memoria de pez
Ya saben que los científicos dicen que los peces tienen apenas tres segundos de memoria, aunque yo soy incapaz de entender que tipo de experimento les habrá llevado a tal conclusión.
Pues bien, si apenas recordamos lo que ocurrió hace cinco meses, aquí al lado en Lorca, no se como vamos a recordar que es lo que ha ocurrido en nuestra provincia desde el 2004 hasta ahora. Y me refiero a esta fecha para hacer balance de cómo han afectado Zapatero y los socialistas a la provincia de Castellón, feudo del Partido Popular desde la época del Cosi.
Ya que, por mi profesión, me toca conducir mucho y desplazarme por carretera de forma continuada, me permitirán recordar el tapón que tenía la CV-10 (ahora A-7) a principios de siglo a la altura de Almenara. Si, allí donde se ponía la guardia civil para freírnos a los que íbamos con demasiadas prisas. O el tapón que se producía en la Pobla Tornesa, donde también se ponía la pareja de la Benemerita.
Ahora llego a Valencia por autovía en 50 minutos, sin que tenga que sacar la tarjeta de crédito o rascarme el monedero. Y la salida por el norte a Torreblanca me ahorra un pico en autopista.
En estos siete años también me he encontrado una magnifica Autovía Mudejar que me lleva a Zaragoza en 3 horas. Y el tren, el ALVIA, me deja en Madrid en otras 3 horas.
Si bien lo piensa, estamos a tres horas de cuatro de las más importantes capitales de España: Valencia, Barcelona Madrid y Zaragoza. Son 21’5 millones de habitantes que tenemos más cerca.
Ahora el trabajo es nuestro. Somos los que tenemos que hacer que esos millones de españoles que tenemos tan cerca vengan a Castellón. ¿sabremos hacerlo en la próxima legislatura?
En cuanto a la Nación que dice gobernar –mantengo el tono hipotético, porque aquí quienes gobiernan son Botín y Cía., Merkel, Obama, El Vaticano, el FMI, el BM, etc.– se ha acabado comportando como un execrable dictador bananero: sumiso hasta la indignidad con los de arriba y despótico con el mínimo protocolo de actuaciones que debería observar en una democracia. Después de un año de hacer el Tancredo, dos apariciones fantasmales para anunciar cambios trascendentales asumidos por su cuenta y riesgo, han degradado, por su venenosa y corrupta voluntad, la democracia que lo subió al poder a insensata e intolerable autocracia (más exactamente, pseudoautocracia).