La importancia industrial de La Vall
No hace falta recordar el pasado industrial de La Vall d’Uixó y la importancia que tuvo a nivel provincial y nacional. Con una cultura de la industria que ha quedado en los genes de los valleros y valleras.
Durante el siglo pasado la empresa Segarra fue el motor económico de La Vall d’Uixó y gran parte de la Plana Baixa, hasta que en 1976 se presenta la suspensión de pagos y el declive final se produce en el año 1992 con su cierre definitivo. Coincide esta época con la reconversión industrial de Sagunto y sus consecuencias para toda la zona.
Sin embargo, la construcción de la autovía del Mediterráneo A-7 en 1999 y el desarrollo de los polígonos industriales Belcaire y Mezquita que se articulan sobre ella, ha supuesto una potenciación del sector industrial, abandonando el monocultivo del calzado y no cayendo en el otro monocultivo de la provincia que es el sector cerámico.
Con ello la Vall se convierte en un ejemplo de diversidad industrial que tanto necesitamos en nuestra provincia. Y el empuje que tiene esta idiosincrasia vallera ha hecho que sea necesario ampliar el parque empresarial con la construcción del sector “Belcaire C”. Una oportunidad de oro para aprovechar las sinergias logísticas que se están produciendo, con una estratégica conexión con los puertos de Castelló y Sagunt y con los aeropuertos de Castelló y Valencia.
Sin duda que el puente que financiará la Generalitat Valenciana entre “Belcaire C” y el polígono industrial Mezquita, además de conformar uno de los parques empresariales más importantes del Sur de la provincia, será una magnifica alegoría sobre el puente en bandeja hacia la industria del siglo XXI que tiene La Vall d’Uixó.