Engañar a la justicia no sale gratis
Sin embargo, aquí, en Castellón, nuestros dirigentes municipales han optado por dar muy mal ejemplo. El Tribunal Supremo, les ha afeado su conducta y les ha dicho que la ejecución de sentencia de la Nulidad del PGOU fue una pantomima. Que fue un simulacro de ejecución de sentencia, amparado por la Conselleria y por un TSJ que se está cubriendo de gloria con cada sentencia que dicta. Y el Tribunal Supremo que es el que tiene el grado más alto judicialmente hablando, el altísimo, por encima del cual no hay nada ni nadie (que eso quiere decir “Supremo”), ha dicho que nuestro Plan General es RADICALMENTE NULO (sic) y ha ordenado al Ayuntamiento que devuelva el PGOU de 2000 la “casilla de salida” y lo someta de nuevo a información pública ajustando la documentación del 2000 a la normativa de 2012. Años perdidos por no hacer las cosas bien hechas.
Y usted se preguntará que cual ha sido la respuesta del Ayuntamiento de Castellón a semejante rapapolvo del Tribunal Supremo. Yo se lo cuento. Alfonso Bataller, actual alcalde, ha pensado: Que me obligue el Supremo, yo no pienso hacer nada hasta que la Justicia me obligue.
Esta actitud es verdaderamente peligrosa. Y llevó al Alcalde de Navajas a ser inhabilitado durante medio año por desobediencia a la autoridad judicial por su “pasividad reiterada” al no ejecutar una sentencia del TSJ Valenciano.
La pasividad ante la Justicia también tiene un coste. Desobedecer a la autoridad, y el Tribunal Supremo lo es, es un delito. Así que mejor nos ponemos todos a hacer lo que debemos y empezamos, bien a adecuar el PGOU del 2000 a la normativa del 2012; o bien somos más inteligentes y aprovechamos estos momentoS de crisis y parón económico para revisar el PGOU y diseñar un Castellón del siglo XXI, que falta nos hace.
Completamente de acuerdo con el tema del PGOU de Castellón. Esa defensa impecable que hace el autor y sus argumentos son aplicables al 100% a la sentencia sobre la actuación del juez Garzón que otros columnistas de este periódico digital descalifican patéticamente.