Castor y Pólux
Los dioses Castor y Pólux eran hermanos gemelos de la mitología romana. Pólux, por ser hijo de Zeus, era inmortal; mientras, Castor, era un mortal entre dioses.
Cuando Castor murió, Pólux rechazó su inmortalidad para no permanecer separado de su hermano. Como Zeus, su padre, no podía convencer a Hades, dios de los muertos, en la prerrogativa de traer de vuelta a la vida a Castor, quedó decidido en que los dos hermanos pasarían la mitad del año en los infiernos y la otra mitad en el Olimpo
¡Anda que no tuvieron acierto ni nada nuestros dirigentes para bautizar al Proyecto Castor de almacenamiento submarino de gas de Vinaròs! Y parece ser que ahora le toca hundirse en los infiernos arrastrando no a su hermano Pólux, sino a los bolsillos de los contribuyentes.
Nos hemos quedado sin saber si los terremotos de principios de este año fueron por inyectar gas o por inyectar “mal” el gas. Nos quedamos con la idea de que la culpa de todo la tenía Zapatero.
Que si había firmado una cláusula abusiva. Que el dinero que había costado a los bolsillos de los contribuyentes tenía toda la culpa el PSOE.
A nadie se le ha ocurrido que antes de soltar, a la velocidad del rayo, 1.350 millones de euros públicos en concepto de indemnización, hubiera sido interesante abrir una investigación. El Partido Popular podría haber iniciado un procedimiento para averiguar si todo el proceso de puesta en marcha fue correcto. Si los de ACS siguieron los protocolos para proceder a inyectar el gas. Si la operación de inyección fue demasiado ejecutada excesivamente aprisa o demasiado lenta. Si se tomaron todas las precauciones. No sé, esas cosas que se suelen hacer cuando estás en juego tantos millones de dinero público.
Seguro que usted recuerda cuando nuestra Agencia Tributaria (es decir, Hacienda, esa que somos todos) tardaba meses y meses en devolverle la declaración de la renta y usted, esperaba pacientemente sin resultado. Se agotaban los plazos, y el penúltimo día se la ingresaban.
Aquí la operación ha salido redonda. ACS ha cobrado una indemnización millonaria por la vía ultra rápida. Los vecinos del Castor han exigido el cierre de una planta que parece ser ya no es tan necesaria o estratégica como lo era antes. Los españolitos pagaremos la indemnización en el recibo de la luz religiosamente. Y el gobierno popular de Mariano Rajoy cuadra el círculo: trasvase de fondos públicos a una empresa amiga. El culpable es el de siempre. Y un apretoncito más a los bolsillos del contribuyente.
Cap novetat. Als rics els regalen els diners que roben a la resta, pobres. I a banda de ser ofrenats són el que realment manen.