100 años
El Alcalde de Castellón por fin ha visto la luz y quiere hacer un PGOU para los próximos cien años. Después de cuatro años de catatonia urbanística y de que Amparo Marco, desde los Socialistas de Castelló, le indicara una y otra vez el camino de la verdad, o sea, el que le exigía el Tribunal Supremo, finalmente se pone en marcha.
En Castellón se va a redactar un nuevo PGOU, para lo cual, y contrariamente a lo que se hizo en el PGOU de 2000, se van a constituir varios foros de participación pública, compuestos entre 30 y 70 representantes de instituciones y agentes sociales. Según lo previsto, entre todos ellos, dispondrán de 90 minutos para exponer las propuestas para un PGOU que deberá durar todo un siglo. Algo falla. O estamos ante un paripé de participación pública o desde el gobierno del PP se tiene tal confianza en que los agentes sociales lo tienen tan claro que podrán ser tremendamente escuetos y claros en sus propuestas. O mejor, que los convocados no aparezcan en los citados foros. Veremos.
Pero lo más cachondo es la pretensión que tiene Alfonso Bataller de redactar el PGOU de nuestros biznietos, para que no sea necesario tocarlo en un siglo.
Recuerdo aquellos años en los que el PGOU eran un documento sencillo que tenían una vigencia de ocho años (dos cuatrienios). O, como mucho, cuando pasaba este periodo sin que se ejecutara totalmente, que era lo más normal, se hacían revisiones o modificaciones puntuales.
Un PGOU por generación, ya va bien. Llevamos demasiados años queriendo hacer un urbanismo para nietos y biznietos. Y, se lo aseguro, ellos serán más listos que nosotros y tendrán también muy claro cómo quieren que sea su ciudad. No hace falta que se lo digamos nosotros.