Vivir a la orilla del mar
Qué bonito es ver el mar mientras desayunas, oir las olas del mar mientras uno coge el sueño o, trabaja en la nocturnidad; si, vivir a la orilla del mar es todo un lujo, solo apto para unos pocos, pero ese sueño acabará, según el periódico El Mundo.
El Organismo de Costas, quiere derribar toda construcción junto al mar; por una parte, es bueno, porque esos terrenos es propiedad de todos; pero visto desde la perspectiva de los propietarios no lo verán así, deben ceñirse a las normas; aunque sea doloroso, y se haga con un buen fin.
Existe una Directiva Europea: 2007/60CE, del Parlamento Europeo, para prevenir las inundaciones; la transposición al ordenamiento español viene con el Real Decreto 9092/2010 de 9 de julio; con esta cobertura jurídica resguardamos lo que parece inevitable, pero lo que es malo para unos es bueno para todos.
Es difícil y duro dejar el hogar de uno, con sus recuerdos; pero será bueno para toda la sociedad, frenar el deterioro del Planeta y volver al equilibrio ecológico de antes; estas normas darán paso a otras, y entre todas conservaremos el litoral marino.
Siendo que está todo regulado, no hay problema en la protección de las costas, aunque como se dice líneas atrás, algunos saldrán perjudicados; a largo plazo saldremos ganando, la humanidad entera podrá renacer del deterioro en que se encuentra.
El sacrificio de unos pocos servirá de mucho, si somos constantes y respetuosos con la naturaleza; a cambio ésta, nos devolverá a la vida, una vida que ya dábamos por muerta, pero no, entre todos vamos a luchar y salvar nuestra casa; también aquellos que se han sacrificado se van a unir en pro de la Madre Naturaleza.